La sesión se inició con una visión general de la actual situación de R.D. del Congo. Recordaron los proyectos del misionero vizcaino Xabier Goicouria y que en palabras de nuestro obispo Joseba Segura, que recientemente ha vuelto de dicho país “tienen un gran futuro africano”. También comentaron sobre los altos niveles de corrupción y el desastre político total que actualmente existe en el país.
La misionera Maribe Bengoetxea, Mercedaria de Berriz, lleva 58 años seguidos en la misión de Likasi, en la provincia de Alto Katanga. Es la única religiosa no congoleña, en una comunidad de cuatro monjas y cuatro postulantas. Actualmente imparte un curso de formación de la mujer, fundamentalmente “Corte y Costura”. Por diversas razones se da un cierto abandono a las aulas, pero aún así el pasado curso lo terminaron 15 madres solteras. Las otras hermanas de comunidad dirigen y colaboran en un colegio con menos de 40 profesores y más de 1.000 alumnas. Tras los tres primeros años académicos aceptan también la matrícula de chicos, pero su principal objetivo es promocionar a la mujer en una sociedad en la que la mujer está marginada en la educación.
La misionera Petra Barrientos, Carmelita Misionera, colabora, ya jubilada, en el hospital de Bunkeya. Allí ha trabajado muchos años como comadrona y responsable de la Maternidad. Es un Hospital de Referencia con 110 camas y dos quirófanos, donde trabajan cuatro médicos, incluida la guipuzcoana Nekane, cirujana y directora del Hospital. Solo en la maternidad atienden una media de 100 partos al mes. Actualmente combaten bastantes casos de tuberculosis.
La tercera religiosa de la comunidad de Bunkeya es Magda, una polaca que se encarga del «foyer» (casa), con más de 40 mujeres (adolescentes y/o madres) donde reciben las clases a las que no pudieron acudir de niñas y asisten a un taller de costura donde confeccionan unos preciosos bolsos étnicos que comercializan para salir adelante.
Estos días, el hospital está esperando la llegada de un equipo de médicos africanos, a cuyo frente hay un norteamericano, que operarán sin descanso todo tipo de intervenciones durante unos días. Ello es posible gracias a la capacidad y buen equipo con el que cuenta el hospital. En otoño llegará otro equipo de médicos con la misma finalidad, y esta vez serán belgas.