En 2009, Mateo Aguirre recibió el premio Gazte Role Model, al modelo solidario, otorgado por la Ikastola Begoñazpi. Este sacerdote jesuita alavés, al recoger el galardón dijo que «no se puede ser cristiano sin un compromiso por un mundo más justo en el que las personas puedan vivir de pie» y recordó a Pedro Arrupe, impulsor y fundador del Servicio Jesuita a Refugiados, cuyo objetivo fue crear hombres y mujeres para los demás, para servir, para ser útiles.
Aguirre ha dedicado su vida al compromiso de la compañía de Jesús a favor de la Fe y de la Justicia, es licenciado en Filosofía y Teología y ha sido profesor en varias universidades. Tras más de 20 años de servicio con los refugiados Aguirre reconoce que “lo que más gasta de este trabajo es el contacto permanente con la injusticia».