¿Cuáles son los hitos principales de su biografía?
En mi vida me ha ocurrido que de joven me he movido entre los jóvenes y de mayor entre los mayores. He vivido con libertad; nunca he sido de quedarme en el convento. Me eligieron tres veces Vicario para la zona euskaldun y siempre he estado al servicio de los demás moviéndome de pueblo en pueblo.
Fue uno de los primeros en dejar las parroquias bajo la responsabilidad del laicado ¿cómo fue esa etapa?
Al finalizar mi labor como Vicario, D. Luis María Larrea me preguntó: ¿Qué vas a hacer ahora? Le contesté que, como soy fraile, primeramente, lo tenía que consultar con mis superiores. Al cabo de algunos días le presenté una propuesta: como soy baserritarra, quiero desarrollar mi actividad en el mundo rural, pero con una condición: que dos mujeres laicas tengan nombramiento en la zona. Y así fue.
Es responsable del movimiento Vida ascendente. ¿Qué le ha aportado?
De todas las etapas que he vivido, esta ha sido la experiencia más enriqucedora. Los lazos de amistad que hemos tejido entre nosotros son muy fuertes.
Pionero explorando nuevos caminos, ¿no es así?
Lo he podido hacer porque los frailes me lo han permitido. Las nuevas experiencias tienen sus riesgos y también son una oportunidad para aprender. Leo cosas de teología y similares, pero Jesús no fue un hombre que se quedó en el templo; Él anduvo de barrio en barrio y procuramos seguirle de esta manera. La cuestión es hacer el bien y vivir feliz. Es importante reflejar la alegría de ser cristiano.
09.04.2018
“Me ha gustado estar al servicio de los demás fuera del convento”
El próximo viernes, 13 de abril, el religioso pasionista Martzel Andrinua recibirá la II Mención Honorífica ‘Carmelo Etxenagusia’ por su labor a favor de la fe y la cultura vasca. Recibe con alegría dicha Mención ya que “Carmelo y yo coincidimos en todo. En mentalidad, ideología, un amor incondicional al mundo euskaldún y la fe”.