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27.10.2016

“Me siento impresionada, impactada, acongojada”

Mari Carmen Ruiz y José Ignacio (Natio) Llorente acaban de regresar de la RD Congo. Ambos son miembros de las Comunidades Cristianas de Fe y Justicia -grupo de economía solidaria-. En dicha comunidad, financian anualmente algunos proyectos de cooperación y han estado en octubre visitando uno de ellos, el presentado por la Fundación Amigos de Mufunga. Han ido acompañados por el misionero Luis Mari Gerrikagoitia, gran conocedor de la zona.

En la revista diocesana “Comunicación/Alkarren Barri” de este mes de noviembre se publica una amplia entrevista con ellos, tras su vuelta, pero, además, hemos querido conocer sus primeras impresiones y preguntarles qué les gustaría comunicar a la gente tras su paso por RD Congo. Estas han sido sus respuestas:
Natio: Que lo que se está haciendo allí en las misiones que he visto merece mucho la pena. Que se está llegando a las necesidades de las personas más pobres, que se está logrando que puedan prosperar, que puedan formarse y unirse para defender sus derechos. Y que queda muchísimo por hacer….
En nuestra sociedad, de media, vivimos con muchísimo más de lo indispensable para vivir. Allí, en muchos casos no se tiene ni eso. Y lo que tenemos nosotros en la mayoría de los casos es por haber nacido donde hemos nacido. No hemos hecho nada especial. Creo que el mensaje que transmitiría es que siempre podemos hacer algo por las personas que no tienen las condiciones mínimas para poder subsistir, que no las olvidemos.
Mari Carmen: Creo que necesito reposar en calma unos días antes de dar una respuesta satisfactoria. Me siento impresionada, impactada, acongojada. He llorado mucho con sus gentes, con los niños, me reído también con ellos, pero quizás me quede con su sonrisa, su buena educación y su generosidad.
Me he sentido tan avergonzada en algunos momentos, que no he sido capaz ni de sacar una fotografía porque me daba la impresión de que invadía su intimidad y yo no me sentía una turista.
Creo que me han dado una lección de humildad. A veces me apetecía abrazar a personas, pero no lo hacía porque me parecía que no necesitan paternalismo ni compasión. Necesitan ayuda para sobrevivir a un mundo hostil que les tiene abandonados a su suerte y si hay algo que no me gustaría nada, sería el hecho de blanquear mi conciencia por este viaje.
No he podido contar ni siquiera una décima parte de lo vivido, pero quiero transmitir mi emoción, mi alegría y mi cariño por Luis Mari Gerrikagoitia, que, sin él, este viaje no hubiera sido posible.
Haber tenido el privilegio de pasar estos días en R.D. Congo es algo que quedará dentro de mi corazón para siempre. Tener la capacidad de transmitir las emociones vividas, va a ser complicado.
Solo siento agradecimiento por el Dios de la Vida porque si en la Babilonia de la ciudad en la que vivo es difícil a veces sentir la presencia del Espíritu, en Congo, no solo la sientes, la palpas y la hueles.

Natio Llorente