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24.11.2015

Miguel Larburu: “Espero que el Papa de un gran aldabonazo en África”

Hoy comienza la visita apostólica del papa Francisco a África. Acudirá a Kenia, Uganda y la República Centroafricana. Los Misioneros de África (Padres Blancos) tienen una presencia destacada en el continente y conocen muy de cerca las pobrezas y las riquezas de la población. El religioso gipuzkoano Miguel Larburu ha estado trabajando más de 40 años en Argelia, especialmente en la formación profesional de la juventud del Sahara. Se ocupó en Bruselas del proyecto Europa-Islam y actualmente se encuentra en Madrid coordinando, en su congregación, la red África-Europa Fe y Justicia. Cuestionamos al Padre sobre la repercusión del viaje del pontífice al continente africano.

Todos los africanos han oído hablar del Papa Francisco. Es difícil imaginar para nuestra sociedad secular el significado de una visita del pontífice, pero para muchos será como recibir al enviado de Dios que trata de restaurar su dignidad a través de la defensa de lo humano. En algunos países se vive como en los tiempos más violentos de la historia en los que se conoció la esclavitud.
El Papa acaba de escribir una gran Encíclica. Es verdad que ha tenido una gran incidencia en los estamentos mundiales, en la Iglesia y en toda persona sensible a la degradación de nuestro planeta. Yo creo, y espero, que el Papa desea que la Iglesia africana se haga más sensible a este aspecto; que sea la primera en cambiar hábitos de vida, incluso en África, y que participe más en las denuncias de estas lacras que se han desarrollado en África pero de las cuales somos en gran parte responsables. ¿Habrá un aldabonazo sonoro de parte del Papa? Es de esperar.
Una de las prioridades de los Padres Blancos es la de favorecer el encuentro y el diálogo respetuoso entre las religiones. ¿Tras los últimos atentados del ISIS cuál es el mensaje que se puede lanzar?
Efectivamente. Nuestra Sociedad nació en Argelia en tiempos en que el Cardenal bayonés Lavigerie era arzobispo y fundó. Ese humus dio un talante a la Sociedad de cercanía al mundo musulmán. Hoy sigue siendo una prioridad de nuestro apostolado. Nuestras generaciones que hemos sido numéricamente los más presentes, pero donde la edad cuenta, nos falta esa presencia fuerte que sería necesaria, hoy.
Sin embargo, la experiencia está ahí de tantos  años de convivencia y de vivir juntos.
En los momentos que vivimos, que son realmente duros, nos valemos de la experiencia que hemos vivido también en tiempos trágicos en Argelia durante la ‘época negra’. Hoy, nos permite aguantar las embestidas que conocemos por parte de una minoría de musulmanes, muchísimas veces manipulados por países con intereses escondidos y negocios nada recomendables donde se pueden aliar países “democráticos” nuestros a Estados retrógrados, antidemocráticos y medievales.
¿Cuál es el trabajo que realizan los Padres Blancos en África por la paz y la reconciliación?
Hoy en día, la realidad está evolucionando mucho. Por ejemplo, ya no les llamaremos en África Padres Blancos, sino con el nombre originario de Misioneros de África. De hecho casi todos los actuales miembros de nuestra Sociedad son originarios de lo que venimos llamando Tercer Mundo. La actividad de estos jóvenes misioneros va evolucionando. Los primeros misioneros en tierras donde el cristianismo no era conocido y la urgencia era la primera evangelización. Era un mundo rural que exigía cercanía a la población; una prioridad: la lengua local. Y los misioneros hicieron un trabajo titánico sobre las lenguas, las traducciones de la Biblia, la sanidad, y socialmente y educativamente. Hoy, las cosas cambian: las poblaciones se van aglomerando en lo que serían nuestras ciudades: mezcla de tribus, lejos del campo, paro, una juventud con otras aspiraciones… Y paralelamente tengo la impresión que nuestros misioneros abandonan el campo y se concentran en las ciudades y grandes parroquias. Se pierden las lenguas locales y se contentan con las lenguas vehiculares. Pero sobre todo les lleva mucho tiempo la dedicación al culto. No digo que el campo de la justicia se aparque, pero no creo que sea una prioridad.
¿Cuál es su labor como coordinador en la red África-Europa Fe y Justicia?
Somos un grupo de unas 22 personas, representando unas 15 congregaciones y la mayoría ha dedicado una parte importante de su vida a la misión. La Red AEFJ (Africa Europa Fe y Justicia), toma en cuenta las situaciones de pobreza que África conoce: escuelas, dispensarios, “acaparamiento de tierras”, problema cruel que África  atraviesa. La colonización comparada con la actual situación no tiene nada que ver. Si ya entonces fue un expolio por parte de los países colonizadores, hoy lo es en proporciones mayores y más crueles: está al origen de guerras crueles como en el Congo, Ruanda, Nigeria y un largo etc. Necesitamos coltán para nuestros móviles e industrias aeronáuticas; acaparamos tierras y las mercantilizamos; arrasamos los mares; y para terminar y afianzar esta situación corrompemos a todo el que sea necesario.
Solos no podemos hacer nada y colaboramos con grandes ONG’s que son mucho más profesionales que nosotros, pero aprecian nuestro conocimiento del terreno, los contactos que podemos tener localmente.
¿Quién manda en África?
Mandan sus mandatarios, pero son demasiados los que están bajo la bota de las multinacionales, de los fabricantes de armas, de los que necesitan metales específicos… en fin, de entidades que necesitan o van a necesitar en un futuro próximo tierras y agua para alimentar al mundo. Entonces esos terrenos serán más productivos y por lo tanto, materia de especulación.