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03.10.2010

Monseñor Iceta presidió ayer la misa de las familias

Ayer por la tarde, el obispo electo de la Diócesis, monseñor Mario Iceta presidió, en la catedral de Santiago, una Eucaristía destinada principalmente a las familias con motivo de la presencia de la cruz de los Jóvenes en Bizkaia. Esta celebración, sirvió también de despedida a la Cruz que desde el pasado jueves ha permanecido en diferentes lugares de nuestra Diócesis. Cientos de personas asistentes, llenaron la Catedral. Durante la estancia de la Cruz ha habido diferentes momentos celebrativos destinados a los jóvenes, enfermos, mayores, cofrades, emigrantes y familias.

En la Eucaristía de ayer, monseñor Iceta, tras dar la bienvenida a los representantes de la Archidiócesis de Burgos, siguientes receptores de la Cruz, que asistían a este acto para recogerla, se dirigió a todas las familias de la Diócesis resaltando que “el matrimonio cristiano es participar del misterio de Cristo y de la Iglesia”. También recalcó, durante su homilía que “el matrimonio es una vocación y, que no hay amor más grande que el que da la vida”. Monseñor Iceta, en su intervención incidió en la importancia de dedicar tiempo a la familia, de “cuidarla”.
Maria Elordui, directora del Secretariado Diocesano de Juventud, organismo responsable de la acogida y los actos que se han celebrado en torno a la Cruz, ha destacado que todos los actos que han tenido lugar tanto en la basílica como en el Hospital San Juan de Dios y la Catedral de Santiago han contado con una asistencia muy numerosa. La propia Elordui se dirigió al final de la Eucaristía de ayer a los presentes destacando que “Ha sido una oportunidad de celebrar una vez más el amor de Dios que se derrama por todos, de sentirnos Iglesia, comunidad – familia cristiana con tantos jóvenes del mundo entero y de escuchar desde la cruz de Jesús la llamada a acompañar a tantos seres humanos que viven situaciones de sufrimiento oscuridad, desesperanza, a los crucificados de hoy”.