La Red Música Social que se constituyó ayer en un acto que tuvo lugar en el Palacio de la Moncloa de Madrid, reivindica «el poder de la cultura y el aprendizaje musical colectivo como herramienta de transformación social». Incide fundamentalmente en la infancia y la adolescencia y su labor se materializa a través de la práctica musical y coral colectiva gratuita. Uno de los integrantes en la nueva red es la Fundación Norai con el proyecto que está desarrollando en Bilbao. Su presidente, Miguel Ángel Esnaola, se muestra muy ilusionado por el nacimiento de esta red que “sin duda, dará mucha más visibilidad a este proyecto que es una escuela de vida a través de la música”.
Etorkizuna Musikatan
Es un movimiento educativo que busca poner en valor la riqueza de lo diferente y plural. Una orquesta sinfónica infantil con los niños y niñas de los barrios de San Francisco, Bilbao la Vieja y Zabala. Se trata, a través de la música, de realizar una intervención socio-educativa en un contexto vulnerado.
La idea surgió de un grupo de músicos venezolanos afincados en Bilbao y para ponerlo en marcha contaron con la Asociación educativa Norai, que se dedica a la asistencia y el apoyo social.
Una de las promotoras, María Molinuevo, en la entrevista realizada en la revista diocesana Alkarren Barri-Comunicación cuenta que el proyecto busca también “romper con la elitización de la música orquestal a la que tradicionalmente no han tenido acceso los sectores sociales más desfavorecidos”.
Fundadores de la Red
La Red que fundaron ayer está compuesta por la Fundación Acción por la Música, DaLaNota, de la Asociación Plataforma REDOMI, y la Fundación VOCES, de Madrid; la Fundació Xamfrà, de Barcelona; la Asociación Orquesta Escuela, de Zaragoza; Músicos Solidarios Sin Fronteras, de Vitoria; y Etorkizuna Musikatan, de la Fundación Norai, de Bilbao y Palau Vincles, el proyecto del Palau.