La conferencia de Begoña Cigarán y los posteriores relatos en primera persona de las personas invitadas por la Delegación de Evangelización y Catequesis, han entusiasmado a muchas personas que han acudido al edificio del obispado de la Plaza Nueva.
La reflexión de Begoña se ha centrado en su testimonio personal. Desde las diferentes formas en las que bautizó a sus cuatro hijos hasta la manera de hablar de Dios a sus nietos. Ha destacado la importancia de la oración, porque “es la vitamina del alma” y la que da fuerza para seguir.
La ponente se ha referido a la Alegría del Evangelio, citando expresamente la Exhortación del papa y animando a los asistentes a leerla. “Nuestra misión es dar vida, esperanza y alegría”, ha matizado.
Para Begoña la mejor manera de transmitir a los nietos la Buena Nueva es haciéndosela sentir e implicándose en la narración. “Los cristianos creemos que esa Noticia nació en Jerusalem”.
La tarea de los creyentes es humanizar el mundo y “necesitamos figuras que testimonien esperanza” entre tanta desazón.
Testimonios
Tras la reflexión de Begoña Cigarán tres personas han contado sus dudas y reflexiones sobre lo que significa ser un aitita o una amama creyente.
20.02.2014
“Necesitamos figuras que testimonien esperanza”
La teóloga Begoña Cigarán ha compartido su testimonio de fe como madre y amama ante el numeroso grupo de personas que se han acercado al encuentro organizado en la Diócesis con el sugestivo título de:¡Háblame de Dios amama!
