En Bizkaia, más de 81.000 personas participamos como voluntarias en miles de asociaciones y movimientos ciudadanos, ofreciendo propuestas y respuestas a todo tipo de necesidades. De esta forma, estamos comprometidas con la educación de los más jóvenes, con la defensa de los derechos humanos, con la integración de personas con discapacidad, con la promoción de la cultura, el deporte o la salud, con la atención a las personas más necesitadas, con el acompañamiento a los mayores que sufren soledad, con la búsqueda de formas más justas de relación entre hombres y mujeres, con la acogida de las personas inmigrantes, con la cooperación al desarrollo o con la protección del medioambiente… por citar sólo algunos de los ámbitos en los que desplegamos nuestra labor.
Vivimos este voluntariado como una oportunidad de participación social y de puesta en práctica de la solidaridad, desde una actitud crítica y corresponsable con todo lo que acontece a nuestro alrededor y, de forma expresa, con todas aquellas causas relacionadas con la justicia y la equidad social.
Pero atravesamos tiempos difíciles. Crecen las necesidades y encogen los recursos para atenderlas. Aumentan los miedos y disminuyen las seguridades. Se acrecientan las injusticias y decrecen la ética y el sentido común. Sube la indignación y se contrae la confianza en los demás y en las instituciones. Se cuestionan los derechos sociales y se pone en tela de juicio la sostenibilidad de un modelo social que hace apenas un lustro era indiscutible y parecía estar blindado como máximo exponente de ese denominado ‘Estado de Bienestar’.
Estamos inmersos en un cambio de época provocada no sólo por una crisis económica y financiera, sino, sobre todo, por un cambio de valores que está resquebrajando los cimientos del modelo construido durante las últimas décadas. Parece como si, de la noche a la mañana, las conquistas sociales se desvanecieran limitándose no sólo los derechos y recursos, sino, sobre todo, los principios que las inspiraban.
En este momento crítico se están poniendo en riesgo la cohesión social y la igualdad de oportunidades para todas las personas; por ello, se hace necesario seguir defendiendo y desarrollando un modelo social que se asiente sobre relaciones y estructuras justas. No sólo es el momento de salir de la crisis, es el momento de humanizar el sistema y los mercados, de erradicar la pobreza en el mundo, de universalizar los derechos humanos, de hacer posible el desarrollo sostenible y poner las bases para una nueva gobernanza local y mundial que haga posible una auténtica Democracia Participativa.
Se lleva mucho tiempo hablando de una luz al final del túnel que no acaba de llegar y que no nos resignamos a esperar con los brazos cruzados. Al contrario, nos sentimos con la responsabilidad de ser portadores de esa luz, de confianza, alegría y sentido común, iluminando el futuro frente a la oscuridad, los miedos, la apatía y la falta de ideales que esta crisis está dejando al desnudo.
No es caridad, no es parcheo, no es demagogia, no es utopía… Son ideales puestos en acción, combatiendo las causas que originan las desigualdades, sensibilizando y movilizando al conjunto de la población y apoyando en primera persona a las principales víctimas de ésta y de todas las crisis.
El movimiento voluntario de Bizkaia es un agente de cambio social y, en cooperación con los demás agentes -administraciones públicas, empresas, sindicatos, centros educativos, medios de comunicación y el resto de recursos sociocomunitarios-, queremos contribuir al progreso incidiendo en transformaciones políticas, sociales, económicas, medioambientales y culturales, así como fortaleciendo las relaciones sociales y los vínculos comunitarios.
Voluntariado es sentar las bases de una sociedad en la que se garantice la igualdad. Es hacer un mundo accesible en todas sus vertientes. Es proteger el medio ambiente para que las próximas generaciones tengan futuro. Es difundir la cultura y derribar los muros que impiden el desarrollo de las personas y los pueblos. Son multitud las causas por las que trabajamos cada día para hacer de nuestro mundo un espacio realmente humano.
En este 2013, declarado ‘Año Europeo de la Ciudadanía Activa’, reivindicamos que la acción voluntaria es ejercer nuestra ciudadanía en plenitud. Y lo seguiremos haciendo en 2014, 2015, 2016… para despertar en el resto de la sociedad sus ganas de sumarse activamente a esta cadena de solidaridad.
Porque no nos resignamos a un modelo social por debajo de nuestras posibilidades. Porque todas las personas seguimos teniendo mucho que decir y, sobre todo, mucho que aportar.
Por todo esto, ayer, hoy y mañana, somos voluntarias; somos voluntarios.
05.12.2013
No nos resignamos: somos voluntarias, somos voluntarios
Con ocasión de la celebración hoy del Día Internacional del Voluntariado, el Foro de Voluntariado de Bizkaia, -Red formada por 24 organizaciones de voluntariado de Bizkaia y por Bolunta, ‘Agencia para el Voluntariado y la Participación Social de Bizkaia- han elaborado un manifiesto, fruto de las conclusiones del Encuentro de Voluntariado celebrado en Bilbao el pasado sábado. En Bizkaia trabajan más de 80.000 voluntarios en diversas organizaciones –alrededor de 5.000 en parroquias y organismos diocesanos-.