Desde Alboan reconocen que otro año más la vuelta al cole, no es igual para todas las niñas y niños. «Por desgracia, -explica Javier Mielgo, coordinador de Desarrollo de Base Social de Alboan– más de 40 millones ya se han visto obligados a abandonar su hogar, y su escuela, por culpa de los conflictos armados». La ONG Alboan, junto al Servicio Jesuita a Refugiados, trabaja para proteger la infancia. Trabajan para asegurar que estos niños y niñas cuentan con un espacio seguro en el que poder jugar, formarse y crecer lejos de la violencia.
La labor de Alboan se desarrolla en países como Ucrania, Líbano, R. D. del Congo, Tanzania o Colombia. Ahí les ofrece herramientas para protegerse; atención psicosocial para superar los traumas y enfermedades ocasionadas por la guerra; alimentación diaria; y un espacio de convivencia, de seguridad y de paz que les permitan recuperar su rutina y acceder a un futuro digno.
Solitos
La obra SOLITOS es una producción realizada en 2007 por AZAR TEATRO, compañía castellano leonesa de más de 30 años de vida, con larga trayectoria nacional e internacional (Francia, Uruguay, Portugal, Brasil, etc.), cuyo director Javier Esteban, se inspiró en “Historias de la cocina” del noruego Bent Hammer fue ganadora de la espiga de plata 2003 en la SEMINCI.
«Un espectáculo lleno de poesía y amor por el ferrocarril y las vidas ligadas a él. Más de 100 representaciones con premios y menciones. Es una obra sin palabras, la esencia de la expresión teatral, que llega al corazón del espectador. Es una reflexión sobre el avance del tiempo que deja huella. La música está compuesta por Nacho Mastretta».
Sinopsis
En una casa de empleados del ferrocarril, junto a un cruce de vías, el guardagujas y su esposa ven pasar los días como ven pasar los trenes, desde el andén. Vida y trabajo se entrecruzan en un particular ritual de gestos y acciones sin principio ni final. Él se dedica al cuidado de las vías y el accionamiento de la aguja. Ella complementa el trabajo de su marido comprobando y embalando los pequeños objetos promocionales que les entrega la compañía. Siempre los mismos trenes, siempre a las mismas horas, una vida marcada por los horarios del tren.
La Compañía Ferroviaria envía un observador y obligado a convivir con el matrimonio y recibido con hostilidad, pasará a formar parte del círculo de silencio que solo rompe el teléfono, unas veces para avisar sin palabras la llegada de un tren y otras para dar instrucciones precisas a los habitantes de la casa.