El santuario de Lourdes permaneció cerrado durante todo el confinamiento, posteriormente empezaron a llegar algunos pequeños grupos, pero las peregrinaciones procedentes de distintos puntos de Europa, en las que participaba un número elevado de personas, siguen sin celebrarse. Pablo Garamendi, presidente de la Hospitalidad vizcaína de Lourdes y presidente también de esta institución a nivel estatal, agradece que “D. Mario siempre haya colaborado con la hospitalidad“ y dice que la misa que mañana presidirá Mons. Iceta en la gruta “servirá también como despedida de D. Mario con la Hospitalidad”, ya que el 5 de diciembre tomará posesión como arzobispo de Burgos.
El grupo que acude cada año de nuestra Diócesis a Lourdes suele estar formado por cientos de personas –en 2019, unas 600, entre enfermos, voluntariado y peregrinos-. En esta ocasión “por prudencia» no podrá llevarse a cabo, explica Garamendi. En la Diócesis de Bilbao la peregrinación comenzó a realizarse regularmente en 1958 con la celebración del centenario de las apariciones a Santa Bernardette, promovida por la Junta Diocesana de Peregrinaciones. Desde entonces cuenta con gran tradición en nuestra Diócesis. Es a partir de 1983 cuando la asociación de fieles, Hospitalidad Vizcaína de Nuestra Señora de Lourdes, se encarga de la organización contando siempre con la presencia de los diferentes obispos de nuestra Diócesis.