«La sesión, en la que han participado una treintana de personas de diversas edades, se ha desarrollado en un clima de acogida, cercanía y fraternidad», destacaba al finalizar Marije Calvo, responsable del área de Migraciones de la delegación diocesana de Caridad y Justicia.
La cita partió de un momento de acogida acompañado de unas pastas. Posteriormente llevaron a cabo una dinámica de presentación y acercamiento por parejas, para pasar posteriormente a compartir en grupos «nuestros sueños e ilusiones personales o en relación a nuestro entorno». Otra dinámica les llevó a compartir personalmente «en clima de escucha y oración esos sueños e ilusiones».
El encuentro concluyó con una oración común en castellano y árabe y tuvo su colofón con un picoteo «que ha ayudado a -explicaban- a comunicarnos y compartir entre todas las personas participantes».