El enfoque de la Carta Pastoral de Cuaresma es esencialmente humano, ético y cultural. Los obispos afirman que su pretensión no es la de “aportar soluciones técnicas o políticas”. Su deseo es el de “sacar las debidas consecuencias de conversión y compromiso”.
Los obispos exponen que lo que comenzó como una crisis financiera en Estados Unidos se convirtió en una crisis global de múltiples dimensiones y consecuencias. Afirman que el mercado ha demostrado que puede “acabar promoviendo prácticas inmorales y generar un desastre global”. En la misma línea señalan la existencia de tres carencias básicas: “la de reglas adecuadas para regir el mercado, la de instituciones con capacidad para garantizar su buen funcionamiento y, la carencia de ética”.
La carta señala que la crisis tiene raíces culturales y que “puede ser vivida como llamada y oportunidad”. Tomando como base la doctrina social de la Iglesia, la carta afirma que la corrección de las carencias “debe tener como centro la dignidad inviolable y la igualdad entre todas las personas”.
La Carta Pastoral hace un llamamiento a “establecer un tipo de autoridad mundial que promueva y garantice el bien común”.
Para finalizar, los obispos invitan a vivir este tiempo como una llamada a la “conversión, a la compasión y a la solidaridad”.
Se puede acceder a la Carta Pastoral completa desde la siguiente dirección: http://bit.ly/dE4Mt3
07.03.2011
Publicada la Carta Pastoral de Cuaresma
La actual crisis es analizada por los obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria en una carta pastoral publicada con ocasión de la Cuaresma-Pascua 2011. La principal preocupación de los obispos son “las personas que más sufren la crisis”. Por ello, hacen un llamamiento a sus diócesis para que “busquen de manera conjunta y solidaria una salida a la crisis”. Los obispos destacan la importancia de construir unas “bases éticas firmes para el desarrollo de la sociedad promoviendo el empleo digno y defendiendo a los más débiles”.