La eucaristía, presidida por el obispo y concelebrada por varios presbíteros, ha tenido presente a todas las personas que han sido asesinadas, víctimas del terrorismo y de la violencia política en estas últimas décadas en nuestro país.
El obispo Iceta ha comenzado su homilía pidiendo porque la celebración infunda esperanza en el camino que la Diócesis de Bilbao quiere recorrer para “cultivar juntos” el “hermoso y necesario” campo de la paz y la reconciliación.
El prelado ha recordado la oración por la paz que publicaron los obispos vascos en 2012 donde pedían orar “insistentemente” por las víctimas. Por otra parte, se ha referido a la última carta pastoral donde afirmaban que la experiencia del perdón y la reconciliación es “especialmente necesaria” en nuestra historia reciente. Ha apelado además por ofrecer a las víctimas y a sus familias la acogida, el acompañamiento y la ayuda necesaria, así como la “memoria viva que exprese nuestro reconocimiento”.
Al finalizar la homilía el obispo ha encomendado que su memoria “nos ayude a vivir en paz, serenidad y gratitud”.
Por el compromiso
En la despedida de la eucaristía se ha pedido que tras actualizar la memoria dolorida y esperanzada se proceda a mantener la “memoria comprometida” en forma de “responsabilidad y no manipulación, participación e implicación, aprendizaje y agradecimiento, apertura a la transcendencia”.
10.11.2015
“Que la memoria viva de las víctimas nos ayude a vivir en paz, serenidad y gratitud”
La Diócesis de Bilbao ha celebrado, por segundo año consecutivo, una eucaristía en memoria de las víctimas de la violencia. El santuario de Begoña ha acogido a numerosos fieles, entre ellos familiares de víctimas, que han querido sumarse al Día de la Memoria desde su condición de cristianos. En la procesión de entrada, además del cirio pascual se ha portado un cartel con manos entrelazadas, como signo de la convivencia que se quiere construir.