El director de Obras Misionales Pontificias (OMP), José María Calderón, presentó el martes en Madrid la Jornada junto al prefecto apostólico del Sahara Occidental, Mario León Dorado y un beneficiario de Infancia Misionera en esta región, Mohamed Fadel, quien ofreció su testimonio.ofreció los datos de recaudación
El prefecto del Sahara Occidental afirmó que en una región donde prácticamente no hay cristianos, descubrieron que los pobres a los que tenían que ayudar eran musulmanes. Con los 8.000 dólares que reciben cada año de la Infancia Misionera, atienden las necesidades según les va dictando “el día a día”: mujeres migrantes que atraviesan el Sahara y se quedan solas con sus niños; familias pobres a las que se ayuda para que los niños no dejen el colegio, a fin “de romper el círculo viciosos de la pobreza”.
Esta institución de la Iglesia forma una red de solidaridad universal cuyos principales protagonistas son los niños y niñas y es pionera en la defensa de la infancia, ya que se adelantó 80 años a la Declaración de Derechos del Niño de Ginebra y 100 años al nacimiento de UNICEF. Desde su origen defiende la dignidad y la aportación de los niños a la sociedad y a la Iglesia.
La jornada de la Infancia Misionera da a los niños y niñas un papel protagonista en el servicio misionero: ellos son los agentes, donantes y receptores de la tarea misionera. Su lema fundacional es “Los niños ayudan a los niños”.