Reconocimento en Arratia a la tarea del laicado

Han transcurrido dos décadas desde que en Arratia se realizaron los primeros nombramientos de personas laicas con responsabilidades pastorales.
El vicario territorial de la comarca, Roberto Unzueta, rememora los antecedentes de ésta práctica que entonces comenzaba a dar sus primeros pasos. Aunque los nombramientos se realizaron en 1996, las responsabilidades del laicado en las que se denominaban `Celebraciones de la Palabra´ comenzaron en 1987. “Una vez finalizada la Asamblea Diocesana consideramos importante impulsar el protagonismo de las personas laicas que participaban de la vida de las comunidades”. De este modo, los curas comenzaron a compartir algunas responsabilidades. Así, los `ospatzaileak´ (celebrantes) iniciaron la tarea de animar algunas celebraciones en las ermitas y en las parroquias. «Se respetaba la Misa Mayor, que era presidida por un presbítero».
En la actualidad son varios los lugares en los que se celebran misas con ausencia de presbítero (ADAP), pero los precedentes datan de ésta época.
Formación del laicado
Iñaki Jauregi llegó como párroco a Arratia en 1989, cuando el laicado llevaba dos años de rodaje animando las celebraciones. “Me encontré con una Iglesia viva y con gente dispuesta y participativa. Había mucha gente joven comprometida en diversas asociaciones culturales del entorno”. Se consideró fundamental que el laicado realizase su propia formación y, de este modo, se conformaron tres grupos para Liturgia, Cáritas y Pastoral Familiar.
Para el presbítero es importante destacar la cobertura que ofreció la Diócesis para la formación del laicado. “Al principio se tenían que desplazar tres días por semana a la capital, pero finalmente Bilbo vino a Arratia”, explica mientras aclara que la formación también se realizó en algunos municipios como Areatza.
Celebración
Irene Uriarte, es una de las 13 laicas que recibió el nombramiento y que aún prosigue con la labor. Aunque admite que en estas dos décadas la realidad en las parroquias ha cambiado mucho se muestra ilusionada por la celebración y agradece a la comunidad cristiana el aliento que les ha ofrecido durante todos estos años. «Siempre hemos tenido a nuestro lado a los fieles que no dejan de mostrarnos su cariño». Es por esto que aún hoy en día siguen formándose para ofrecer el mejor servicio posible. «Ahora estamos reflexionando sobre la Encíclica del Papa bajo la dirección de Ana Berrizbeitia. Siempre hay algo nuevo que aprender», añade con entusiasmo.
El párroco actual, José Mari Kortazar, invita a participar en la celebración  que tendrá lugar este próximo viernes. En el encuentro participará el vicario general de aquélla época, Andoni Gerrikaetxebarria; el vicario territorial de entonces, Roberto Unzueta; el párroco, Iñaki Jauregi, las personas laicas que dieron el paso y las comunidades del entorno.