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20.08.2014

Recuerdo de Ibarrangelu al cura Domingo Zuluaga

Domingo Zuluaga o Txomin, como le denominaban algunos amigos sacerdotes nació en el municipio de Ibarrangelu el 18 de septiembre de 1914. Por lo tanto, está a punto de cumplirse el centenario de su nacimiento. Con tal motivo, un grupo de personas agrupadas bajo el nombre “Don Domingoren bidean- Por el camino de D. Domingo”, están recogiendo dinero para realizar un busto en su honor.

El presbítero, que fue un referente en Ibarrangelu donde sirvió durante 40 años, falleció con 96 años. Su interés por la cultura vasca tradicional le llevó a apuntar en una libreta las palabras, locuciones, refranes, cantos, cuentos…que escuchaba. Fruto de este trabajo el Instituto Labayru publicó `Ibarrangeluko kantu eta kontu- Cantos y cuentos de Ibarrangelu´, el año 2009.
Domingo Zuluaga fue el cura del pueblo, volcado en sus convecinos. Impartía clases de solfeo, latín e inglés, que fue derivando a la enseñanza del txistu y bailes vascos. Así surgió el grupo `Lorea´ en el municipio, cuyos componentes se reunían con su mentor hasta pocos años antes de su fallecimiento.
Don Domingo, así le llaman todavía en el pueblo, era una persona muy respetada. Por eso, este año los vecinos le han dedicado más de un homenaje. Ahora, en una cuenta habilitada para la ocasión, están recogiendo dinero con la idea de realizar un busto en su honor. Las parroquias de San Andrés y Santa María de Akorda se han sumado a la iniciativa. Han puesto una caja en los dos templos de manera que las personas que lo deseen depositen su donativo “respetando su anonimato”, explica la parroquiana Marian Olano. Recuerda además que el mes próximo, alrededor del centenario del nacimiento del presbítero, celebrarán una misa en su honor.
Difusor de la cultura vasca
Domingo Zuluaga fue al Seminario de Castillo-Elexabeiti con 12 años y de allí, al Seminario Mayor de Vitoria. Se ordenó sacerdote en 1940, a la edad de 26 años. Tras celebrar la primera misa en su localidad natal, su primer destino fue Iurreta, donde estuvo durante tres años. Posteriormente le destinaron a Santa Ana de Durango, durante seis años, y a partir de 1949 ejerció el sacerdocio en Ibarrangelu, hasta que se jubiló en 1989.
Su interés por la cultura vasca tradicional proviene de los años de estudiante en el Seminario de Vitoria, donde tuvo de profesor a D. Manuel Lekuona y a D. Jose Miguel de Barandiaran quienes le inculcaron el amor por la cultura vasca.