Reflexiones sobre la Iglesia de Bizkaia

Las intervenciones se han centrado en reflexionar sobre la “proximidad” y “la vitalidad del sujeto eclesial”. Ambos ponentes han apostado por transformar «la debilidad en oportunidad».
Belén Rodero ha comenzado su intervención lanzando una pregunta retórica al público reunido en la segunda jornada del ciclo Talaiatik del IDTP: “¿la gente se ha alejado de la Iglesia o la Iglesia del mundo?”.
Tras esta cuestión de partida Rodero ha desarrollado su reflexión afirmando que el paradigma ha cambiado y por lo tanto, “necesitamos hacer otra cosa”. Ha apostillado que “aún seguimos con las mismas estructuras que hace años” para añadir que “aunque, a veces, nos asusten los cambios” la Diócesis está “proponiendo nuevas iniciativas o algunas anteriores, renovadas”.
La delegada de apostolado seglar se ha referido a algunas debilidades como pueden ser la “dificultad de encontrar dinamizadores” pero una de las fortalezas “es la de la buena valoración, por parte de la ciudadanía, a las actividades socio-caritativas de la Iglesia”. En este sentido, la ponente ha apostado por este tipo de tareas para “seguir siendo sal en medio del mundo”.
Las actitudes de “escucha y acompañamiento” han sido otro de los pilares en los que ha fundamentado la actividad evangelizadora porque “todavía sigue acercándose la gente a nuestras iglesias”. Por eso, ha considerado fundamental “crear espacios acogedores para los alejados”.
Actitudes como “empatía, proximidad, testimonio y anuncio” son, a juicio de Rodero, “necesarias para la tarea pastoral”.
Vitalidad del sujeto eclesial
El párroco de Rekalde, Luís Mari Vega, ha centrado su intervención en las estrategias adecuadas para generar vitalidad en las comunidades. El de Gordexola ha aludido a las “debilidades y contradicciones” que son notorias en el seno eclesial. También se ha referido al “cansancio y desengaño” de algunos creyentes pero ha apuntado una lectura más positiva de la realidad. En este sentido, ha incidido en la actitud de algunos cristianos que “aún siendo mayores” muestran más vitalidad que muchos jóvenes. “Porque – ha añadido- en nuestro caso, es más importante la calidad que la cantidad”.
Vega se ha referido a la participación de creyentes en realidades de injusticia y lo ha valorado positivamente.
El ponente ha cuestionado la manera de seguir siendo significativos aún decreciendo la pastoral. En su opinión “hay que centrarse en lo importante, participar en lo que los demás hacen y no pensar sólo en lo urgente”. Lo importante, a su modo de ver, es “estar con la gente sin prisas” porque esa es la demanda fundamental de la sociedad. En este sentido, Vega ha abogado por “delegar” algunas cosas porque “el estar supone dedicación y tiempo”.
“La humildad es importante para el sujeto eclesial”, en opinión del presbítero y esto supone trabajar “en red y en comunión”, ha sentenciado.