Reinauguración de San Lorenzo, en Astrabudua

Tejado, exterior del templo, locales de catequesis y la casa rectoral han sido objeto de importantes reparaciones de mejora. “Se han acometido obras importantes. Era una auténtica necesidad para un templo de 59 años en los que apenas se habían realizado obras de envergadura –resalta Juan Marín, uno de los referentes parroquiales de San Lorenzo-,  peligraba el artesonado, había grandes humedades y goteras, se han reconstruido las paredes y se ha picado todo en profundidad hasta el ladrillo”, detalla.
Otros usos
Una de las novedades importantes, de esta nueva etapa, es que la primera planta de la casa rectoral ha sido habilitada para acoger a personas con problemas de exclusión en un programa de Cáritas que se llama “Empleo y vivienda”. Parte de los usuarios ya llevan conviviendo en su nuevo “hogar” desde primeros de este mes de octubre. Todos son hombres, de edades en torno a los 45 años. Actualmente están reconduciendo sus vidas para integrarse totalmente en la sociedad y “son vecinos ejemplares, su comportamiento es magnífico”, destacan desde la parroquia. Aún no están completas todas las plazas: disponen de 8 en total, distribuidas en 4 habitaciones dobles.
El templo ha permanecido abierto al público durante todo el periodo en que ha  durado las obras y además en este tiempo se ha producido el relevo en la gestión parroquial, que hasta hace más o menos un año la realizaban los P.P Paules y actualmente es gestión diocesana. El anterior párroco, el paúl, Ander Arregui, así como el actual, Agustín García Moreno han estado presentes en los diferentes momentos de la gestión de las obras y, por supuesto ayer, en la reinauguración.