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19.10.2010

Reponiendo pilas en el Santuario de Lourdes

Las peregrinaciones al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes organizadas por la Hospitalidad Bizkaina, comenzaron allá por los años 70. Desde entonces, han sido miles los enfermos, voluntarios y peregrinos que han acudido al primer destino de peregrinación mariana del mundo. El pasado fin de semana peregrinaron al santuario más de 500 personas, acompañadas por el Obispo.

El pasado viernes salieron desde Bilbao 100 enfermos, 190 voluntarios y alrededor de 210 peregrinos hacia Lourdes. Bea Aguilera es una de las voluntarias u “hospitalarias”,  que ha acompañado a los enfermos. Está contenta e ilusionada ya que “tanto para los enfermos como para los voluntarios que acuden a la peregrinación todos los años, es gratificante ver cómo se renuevan las energías y se reponen las pilas”.
Cada año, el viaje comienza a gestarse en junio, la Hospitalidad Bizkaina de Lourdes envía la notificación junto con la hoja de inscripción a distintos centros, como el Sanatorio Bilbaíno, Las Siervas de Jesús, La Misericordia…o a particulares que puedan estar interesados. Una vez cumplimentada la ficha, un equipo de médicos valora la situación de los enfermos y evalúa si son aptos o no para realizar el viaje. Este año han acudido más de 100 enfermos de diversa condición, “algunos crónicos, otros en silla de ruedas, o gente que está encamada durante todo el año…” nos comenta Bea. En Lourdes se alojan en una residencia apta para todo tipo de enfermos con las características de un hospital.
Los peregrinos acompañan a los enfermos y voluntarios a todos los actos litúrgicos que se organizan. “Al llegar allí, el viernes, el Obispo celebró una misa de bienvenida. Esa misma noche, en la explanada del santuario presidimos la procesión de las antorchas. El sábado, a primera hora, Mons. Iceta, celebró la misa en la gruta, ante la Virgen”.
Además de participar en diversas celebraciones eucarísticas los peregrinos han tenido tiempo para el ocio “el sábado organizamos una fiesta y algunos enfermos bailaron, otros recitaron poesías…nos lo pasamos muy bien. El domingo celebramos una misa internacional y por la tarde volvimos a casa cargados de ilusión y ganas para organizar la peregrinación del año que viene”, concluye.