En efecto la basílica de Lekeitio alberga esta espectacular escena adecuada en `T´ invertida, con una calle central más alta que las laterales, típica de los talleres de Bruselas. En este espacio acumula una gran cantidad de personajes, con abundantes detalles anecdóticos. Es una obra de carácter industrial en la que los personajes han sido tallados de manera “un poco repetitiva” tal y como señala el director del Museo de Arte Sacro, Juan Manuel González Cembellín, en el recorrido que realiza por los retablos del final de la Edad Media en la revista diocesana, Alkarren Barri-Comunicación.
Al final de la Edad Media, tras la finalización de las guerras de bandos, que habían asolado nuestro territorio durante cerca de 200 años, Bizkaia se enriqueció. Nuestros barcos salían con lana y, de paso, con nuestro hierro, para volver cargados de paños, en su mayoría destinados a los mercados castellanos. Como había dinero, la feligresía se lanzó a construir y amueblar sus templos. Era la época en la que estaba de moda el estilo flamenco.