Hoy, día en que varias comunidades de nuestra Diócesis celebrarán la Vigilia Pascual, echamos la vista atrás para recordar una curiosidad relacionada con estas fechas. Hablamos del Monumento de Semana Santa, un elemento litúrgico que comenzó a proliferar a partir del Concilio de Trento y se disponía desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección, `protegiendo´ una urna o sagrario cerrado donde se trasladaba la Forma Sagrada.
Uno de estos Monumentos, que se encuentra en el Museo Diocesano, se situaba en el altar del Sagrado Corazón de la parroquia bermeana de la Asunción de Nuestra Señora. Juan Manuel González Cembellín, director del Museo, detalla algunas singularidades en torno a estas obras de colocación temporal. “Tras una procesión por el templo, el párroco cerraba el sagrario y colgaba la llave del cuello del alcalde de la villa hasta que éste la devolvía en la misa del Viernes Santo”.
En Bizkaia se tiene noticia de más de un Monumento de Semana Santa. La que se realizó para la iglesia de Santiago de Bilbao es de la época renacentista. Pero fueron más abundantes durante el barroco, prolongándose durante el neoclasicismo. A pesar de su carácter provisional, su creación debía ser esmerada y se encargaba a artistas reconocidos de la época.
Autoría anónima
No se sabe a ciencia cierta quién es el autor del monumento bermeano, aunque la tradición lo ha atribuido al pintor y académico Luis Paret de Alcázar durante su estancia en tierras vizcaínas. “Esa teoría queda descartada por el análisis formal de las pinturas – resalta Cembellín- que nos invitan a pensar en una fecha posterior por su factura clasicista”.
Si quieres conocer más curiosidades relacionadas con las obras de Semana Santa como por ejemplo el `Retablo de la Pasión´ procedente de la iglesia Santa María Magdalena, de Plentzia, encontrarás más información en el Museo Diocesano de Arte Sacro abierto también durante estos días de Semana Santa.
30.03.2015
¿Sabes qué son los Monumentos de Semana Santa?
Son estructuras de carácter efímero que se diseñaban para ocultar el sagrario durante las celebraciones pascuales. El Museo Diocesano de Arte Sacro alberga una de estas obras procedente de la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, de Bermeo.