San Valentín de Berriotxoa: Un ejemplo de vida

La basílica de la Purísima Concepción se ha quedado pequeña para acoger a la multitud de fieles que van llegando a lo largo de la jornada para participar en las celebraciones del día del segundo patrono de nuestra Diócesis.
El obispo ha repasado la vida del santo: Desde pequeño, a su paso por el seminario, su ordenación y cuando llegó a Vietnam “Valentín se encuentra con los dos obispos dominicos Melchor García y Jerónimo Hermosilla. Con ellos vivirá una historia maravillosa de testimonio, de predicación, de servicio, de entrega”. El obispo Melchor García eligió a Valentín como su sucesor. Fue ordenado obispo con treinta y un años. Ejerció su ministerio durante tres años en condiciones extremas, “pero con gran alegría y entereza”, recordaba Mons. Iceta. “Fue denunciado y apresado con el obispo Hermosilla, un catequista y otro dominico catalán. Se suceden el interrogatorio, la tortura, la invitación a la delación, y la invitación a renunciar a la fe. Ante la negativa es condenado a muerte. Muere decapitado con treinta y cuatro años el uno de noviembre de mil ochocientos sesenta y uno, festividad de todos los santos”.
Mons. Iceta ha concluido su intervención destacando el ejemplo de vida de San Valentín y ha pedido su intercesión “para que luchemos sin desfallecer en la carrera y alcancemos la corona de gloria. Es lo que pido hoy a San Valentín para mí y para todos nosotros. Que él nos ayude, que participemos en su destino y que alcancemos con él a Cristo, que es la vida plena, la esperanza que no defrauda, el amor que dura para siempre”.