“Si a un niño le robas la educación, le robas su propia vida”

En la muestra, que estará abierta hasta el próximo 15 de junio, en María Díaz de Haro, se pueden encontrar obras cedidas por artistas tan reconocidos como Basterretxea o Chillida, entre otros. El destinatario de los fondos es Manos Unidas, que junto a Cáritas Líbano apoyará un proyecto destinado a jóvenes y a mujeres en un barrio marginal de Trípoli. El coste de cada obra oscila entre los 150 y los 10.000 euros.

África Marsillach, Responsable de Proyectos de Manos Unidas, describió el lugar donde se localiza el proyecto, en Trípoli “el mayor puerto del Líbano, con una población de 500 mil habitantes, donde casi la mitad son refugiados”. Desde allí, “hasta hace bien poco”, los sirios no necesitaban visados para pasar a Turquía. “Es un lugar donde están concentradas las mafias que los meten en pateras”.

Proyecto junto a Cáritas Líbano
Manos Unidas y Cáritas Líbano colaboran acompañando a mujeres y niños “la inmensa mayoría llegan de Siria, huyendo de sus hogares” y sin la protección de los hombres. África Marsillach detalló que son mujeres que usualmente han vivido al amparo de los hombres y “ahora no saben buscarse la vida”. Porque en su cultura, no dejan desarrollarse a las mujeres y no aprenden ni a leer. África recordó que hay más de 3 millones de niños sirios que no van a la escuela desde hace seis años. “Son lo que se denomina la generación perdida, que implica matrimonios infantiles, niños bomba o radicalismo”. Recordó que ésta infancia no tiene nada que perder, porque no tiene nada. Destacó la importancia de la educación que “no es una herramienta para la vida, sino la vida misma”.
África estará el lunes en Trípoli y allí les enseñará las fotos que sacó ayer para mostrarles “que aquí hay algunas personas que se preocupan por ellos”.