Tras ese pequeño homenaje, comenzó la sesión. A finales del mes de junio Esther, una de las profesoras del centro, se trasladó a una comunidad de Ceuta con un grupo del la Diócesis y desde el área de pastoral del colegio le propusieron narrar su experiencia, «aunque ya nos había confesado de antemano -dicen- la dureza de la misma». Con este motivo, junto a Esther, ayer acudieron al Bermeo «a contar lo que habían visto y vivido», Galo Bilbao y Gontzal Fernández que habían participado en la misma experiencia.
En su intervención, siguieron la estela del “buen samaritano” y realizaron una descripción de la zona: «de la desafortunada valla y sus nefastas consecuencias, y, sobre todo, de las PERSONAS, de esas que llegan a Ceuta de lugares remotos y en condiciones deplorables, de su pasión, sufrimiento y, sobre todo, de sus esperanzas».
En un momento de su intervención, dijo Galo que, al hilo de la parábola, hemos de “sentir compasión”, pero ayer, en la charla se resaltó que es necesario “sentir con pasión”. Al final, el propio Galo, invitó a todos los participantes a implicarse en alguno de esos grupos que defienden «a los últimos» y puso como ejemplo al grupo URRE de Bermeo.