Trabajos en beneficio de la comunidad

El objetivo principal de la Pastoral Penitenciaria es la atención y el servicio evangelizador a toda persona privada de libertad. Este curso el tema central, en torno al cual se ha celebrado el encuentro ha sido el de los “Trabajos en beneficio de la comunidad (Tbcs)”.
El Código Penal prevé, para determinados supuestos, medidas alternativas a la pena de prisión. Si concurren los requisitos legalmente establecidos, generalmente relacionados con la menor gravedad de las penas y con las circunstancias del autor, puede acordarse que la persona no ingrese en prisión y que cumpla su responsabilidad penal mediante una medida alternativa, como la pena de trabajo en beneficio de la comunidad (art. 49 CP). Además de haber cometido delitos leves, las personas que cumplen su pena con servicios deben cumplir la condición de no ser reincidentes y de consentir en realizar los trabajos que les asignen, que no son retribuidos.
El sábado, los asistentes estuvieron acompañados por Heraclio Varona (abogado de Bidesari y especialista en derecho penal) y Alex Alonso (cura diocesano, que actualmente ejerce su ministerio en Ermua). El primero mostró el lado teórico de los Tbcs y, el otro, el lado vivencial, el testimonio de una comunidad cristiana que acoge a personas necesitadas de ayuda. El posterior trabajo en grupos consiguió seguir profundizando en el tema tratado, tras el que se recogieron propuestas y conclusiones a trabajar.
Jorge Muriel, responsable diocesano de Pastoral Penitenciaria explica que las sanciones y medidas penales tienen como objetivo final la reeducación y reinserción social de aquellos a los que afectan. “Pero también es verdad –añade- que la privación de libertad no es, en todos los casos, la medida más adecuada para conseguir este fin. Es por esto que cada día están alcanzando una mayor importancia las medidas alternativas a las penas de prisión, que son útiles herramientas para lograr ese fin reeducativo y socializador. Entre estas medidas alternativas, se encuentran los trabajos en beneficio de la comunidad.
Cuando hablamos de Trabajos en Beneficio de la Comunidad, -destaca Muriel- “nos referimos a la `comunidad` como `sociedad`. Así pues, deben ser las instituciones públicas las primeras responsables en proponer y permitir que las personas penadas tengan acogida en su organización. Y digo que `deben ser` porque en la realidad se `lavan las manos`”.
Ante esta oportunidad de humanizar y resocializar, algunas parroquias y unidades pastorales de nuestra Diócesis están ofreciendo la comunidad cristiana como lugar de cumplimiento de los tbcs. Muriel concluye explicando que este ofrecimiento está permitiendo que la persona no entre en la cárcel, “está regalando libertad y os aseguro que para uno que suele pisar la prisión… estas acciones son pequeñas semillas del Reino de Dios”.