Estos son algunos de los actos de este fin de semana:
Comunidad china
El jueves, el obispo, Joseba Segura, el vicario general Kerman López y el presbítero que acompaña a la comunidad católica china de Bizkaia, Pablo Yu, cenaron junto a varios miembros de dicha comunidad. «Fue -explican- una velada especial en la que pudimos degustar platos típicos de la gastronomía china y compartir con ellos aspectos de nuestra cultura y tradiciones. Nos sentimos muy agradecidos por su cercanía y por el apoyo que la diócesis nos brinda».
En Bizkaia, la comunidad católica china es pequeña, con aproximadamente 130 personas. Cada domingo a las 17:30 celebran la Misa en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, Indautxu. Además de la Eucaristía, organizan otras actividades comunitarias, como la oración de los sábados por la noche y la catequesis para niños y niñas los domingos antes de la Misa.
«Dentro de nuestra comunidad, -explican- existen varios grupos pequeños, como el grupo de catequistas y el grupo de servicio de oración, entre otros. Normalmente, después de la Misa dominical, algunos de estos grupos se reúnen para formaciones y actividades. Cada grupo tiene encuentros semanales, ya sea de manera presencial o virtual. Las reuniones presenciales suelen llevarse a cabo en las salas de la parroquia del Carmen».
Celebración del Año Nuevo
El 29 de enero se celebra el Año Nuevo Chino. Sin embargo, muchos de los chinos que viven aquí desde hace años se han adaptado a nuestras festividades y ritmo de vida, por lo que también celebran el Año Nuevo el 1 de enero, día festivo para todos. En cambio, el Año Nuevo Chino, que varía entre finales de enero y febrero, no es festivo en España, por lo que la mayoría de las personas continúan con su rutina habitual y no hay grandes celebraciones.
En la tradición china, las festividades tienen un fuerte sentido de reunión familiar. Por eso, el Año Nuevo es una ocasión especial para volver a casa, algo que en China se conoce como “regresar al hogar por el Año Nuevo”. Muchas personas que trabajan fuera de sus ciudades aprovechan esta fecha para reunirse con sus familias. En la comunidad de Bizkaia, algunas familias han viajado a China para celebrarlo con sus seres queridos. Aquellos que han permanecido aquí no tienen días de descanso, pero organizan cenas familiares para compartir juntos.
«Por esta razón, nuestra comunidad no ha organizado actividades especiales el mismo día del Año Nuevo Chino», pero ayer domingo tuvieron un pequeño encuentro para celebrarlo de manera sencilla. La Misa dominical se celebró en la parroquia de la Inmaculada, y después compartieron una merienda comunitaria en la que cada familia llevó comida para compartir.
«Damos gracias a Dios por su amor y por el respaldo que recibimos de la diócesis. Pedimos al Señor que siga guiando a nuestra comunidad, para que cada uno de nosotros pueda crecer en la fe y fortalecer su relación con Dios. Finalmente, queremos desear a todos un ¡Feliz Año Nuevo! Que el Señor los bendiga y les conceda paz y alegría».
Confirmaciones en la UP del Casco Viejo
Cuatro jóvenes recibieron el sábado el sacramento de la confirmación en la parroquia de San Antón, de Bilbao. El obispo de Bilbao, Joseba Segura presidió la celebración, en la que participaron los diferentes grupos de la parroquia. «Ha sido -destacaban al finalizar- una celebración sencilla y entrañable en la que obispo ha animado a ser luz para el mundo».
Los jóvenes agradecieron a toda la comunidad su acogida y acompañamiento y tras la celebración compartieron un chocolate y comida de diferentes países.
Gesto de la UP Bilborriaga (La Peña, Buia y Oyargan) en el Día de la Paz
Participaron chavales y chavalas de los grupos Besarkada y Bizitzaren Talde, que hay en La Peña. Se llevó a cabo en la explanada de la parroquia Buen Pastor, en La Peña.
Celebración de la Candelaria y San Blas en la parroquia de San Pedro y San Francisco de Gernika
Este sábado 1 de febrero, la parroquia celebró con gran devoción las fiestas de la Candelaria y San Blas. Tras la bendición de las velas, símbolo de la luz de Cristo, se llevó a cabo la Eucaristía.
En honor a San Blas, se realizó la tradicional bendición de gargantas y alimentos, invocando protección y salud.
La parroquia agradeció la participación de todos los fieles y les animó a seguir viviendo juntos la fe.
Unidad de los cristianos
El sábado, 1 de febrero, unas 80 personas de las comunidades cristianas de Santutxu se reunieron, con ocasión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, para rezar unidos en la parroquia de María Reina. La comunidad cristiana Evangélica de Santutxu y las demás comunidades de la Unidad Pastoral «Unidos por una misma esperanza”, compartieron oración y compromiso a través del proyecto de «Emaidazu eskua» en el que atienden a jóvenes en situación de calle. El encuentro concluyó con un pequeño piscolabis fraterno. «Celebración gratificante de la fe entre dos comunidades cristianas, la evangélica y la católica, que desde ya hace 20 años expresan su fe juntos a través de estos encuentros».
Paz y Reconciliación
Miembros de la Comisión de Paz y Reconciliación de la diócesis y del Grupo Local Autonomía Indautxu, acudieron el sábado a la colocación de la placa horizontal en recuerdo de Yolanda González en la ribera de Deusto. Yolanda González fue una activista asesinada en los primeros años de la transición.
Jornada de Vida Consagrada
Ayer domingo 2 de febrero, festividad de la Presentación del Señor, se conmemoró la XXIX Jornada Mundial de la Vida Consagrada, este año, con el lema: «Peregrinos y sembradores de esperanza». El obispo diocesano, Joseba Segura, presidió una Eucaristía, en la catedral de Santiago, que fue emitida en directo, a través de esta web. Celebración completa: aquí.
Homilía del obispo en la celebración:
El obispo, en su homilía, señaló que o hay nada menos garantizado que la conversión. «Esta -dijo- requiere de algo difícil mantener, incluso en la vida consagrada: la ambición espiritual, el deseo de progresar más allá de lo ya conseguido y que, como sabemos, nunca podemos considerar asegurado. Como María y José, que emprendieron el camino hacia el templo, necesitamos salir de nuestras casas, movernos hacia la fuente de la que mana el agua viva de Dios, obedecer a esa insatisfacción que nos saca de una vida resignada o quejumbrosa, abriéndonos nuevas posibilidades. El alma sin deseo está muerta. El alma que, sin ambición, pierde movimiento, se va arrugando cada vez más. Cristo nos humaniza y nos invita a colaborar con El en una misión que es esencialmente humanizadora. El testimonio más elocuente de la vida consagrada es, precisamente, la capacidad de una persona transformada por la gracia, de convertirse en mensaje de humanización que llega a nuevas gentes y comunidades. Y esto solo es posible si el religioso/a vive ya protegido en algún pliegue del corazón de Dios».