Un presbítero diocesano con los discapacitados, en la JMJ

La Jornada Mundial de la Juventud acogerá a cerca de 600 jóvenes sordos de todo el mundo del 16 al 21 de agosto. El centro de las religiosas Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, dedicado a la educación de las personas sordas, será el centro neurálgico y referencial para las personas con discapacidad auditiva.
Sergio Buiza, participará por segunda vez en una Jornada Mundial de la Juventud. La primera ocasión la tuvo en Colonia 2005. “En esa época – explica el cura responsable de la pastoral del sordo- participaba en la comisión pastoral del sordo de la Conferencia Episcopal”. Este año, su labor se centrará en la coordinación de animación de las tres mañanas de catequesis, “por lo que  tendré que estar unos días antes a la acogida de los jóvenes, para centrarme en los preparativos”. 
Las tres catequesis están programadas para los días 17,18 y19 de agosto. Cada jornada tiene un lema propio y en cada encuentro intervendrá un obispo. El primer día, `Firmes en la fe´, participará el obispo Redrado , secretario del Consejo Pontificio para la Salud. La catequesis del día 18, `Arraigados en Cristo´ , estará acompañada por el obispo de Huelva, mons. Vilaplana. El arzobispo de Dublín, mons. Martín, participará en la catequesis del último día, `Testigos de Cristo en el mundo´.
La dificultad principal a la que se enfrentan desde la organización es  “la necesidad de diferentes intérpretes según el idioma de cada país”. Es un reto importante que se cubre con el voluntariado. La colaboración de los voluntarios en este tipo de encuentros “es fundamental” porque “cada ponente habla en su idioma que se traduce simultáneamente a otros idiomas y por fin, hay que traducirlo de nuevo a la lengua de signos”.
Zonas reservadas a los discapacitados
Además de las ofertas de la catequesis de las mañanas, la JMJ ofrece múltiples actividades para los sordos, “cualquiera de ellos puede participar solicitando con tiempo suficiente su asistencia, la interpretación en lengua de signos”, matiza Sergio.
Las personas que tengan cualquier otra discapacidad dispondrán de zonas reservadas en los actos principales organizados con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid y “participarán en las diferentes celebraciones”.
En el viaje organizado desde la Diócesis no acudirá ningún sordo pero Sergio como responsable de esta pastoral anima a los jóvenes sordos como oyentes “a evangelizar a otros jóvenes, a dejarse ser instrumentos de Dios en medio de la historia”, porque cada pequeña colaboración “siempre da algún fruto”.