A lo largo del año, la ermita de la Piedad acoge la imagen de San Valentín. El año pasado, el Museo de Arte Sacro restauró la imagen siguiendo modelos propios de la segunda mitad del siglo XVIII, época en la que se cree que se realizó la talla. La ermita es parte del conjunto monumental de Elizondo conformado por la parroquia de Andra Mari, construida en la primera mitad del siglo XVIII; la ermita humilladero, por cuyo pórtico pasaba el antiguo camino real y el tercer elemento, la cruz conmemorativa de Néstos Basterretxea, erigida con motivo del centenario de la cruz de Gorbea.
Medición de la encina
La tradición se remonta al año 1959, y que año tras año, se ha ido repitiendo el mismo día de San Valentín o el día en el que se celebra la fiesta. La mayordoma de este año- Ainara Ipiñazar-, pasará el libro de actas y las llaves de la ermita al mayordomo de este año – Julen Llanos.
La actual encina de la Piedad es un ejemplar que sustituyó a otra que existía anteriormente en el mismo lugar. Se plantó en el año 1958. Desde la organización señalan que, durante muchos años, “en medio del ambiente festivo”, se medía la encina para comprobar cuánto había crecido”. El Domingo se volverá a repetir la tradición.