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16.07.2010

Ya están en marcha los más de 30 campamentos de los grupos de Euskalerriko Eskautak Bizkaia

Mas de 30 campamentos eskaut, volantes y campos de trabajo; con más de 2.000 chavales y chavalas participando; todo ello preparado por más de 200 jóvenes monitores y monitoras. Estos son algunos de los números importantes en cuanto a participación con los que Euskalerriko Estautak Bizkaia afronta este verano.

Después del trabajo realizado durante todo el curso, en los grupos, llega cada año el colofón final: los campamentos y actividades de verano organizados por los 27 grupos eskaut de Euskalerriko Eskautak Bizkaia. Son cerca de 2.000 los chavales que participan, todos ellos, gestionados por los más de 200 monitores titulados. Después de pasar los últimos meses, programando, haciendo el papeleo y permisos correspondientes, comprando todo lo necesario y revisando todo el material, ha llegado el momento de coger la mochila y marchar de tienda de campaña.
No se trata solo –según nos explican sus organizadores- “de tener una experiencia distinta a la que podemos vivir en nuestros locales, sino también de aprender a convivir con otras personas y a poner en práctica los valores cristianos adquiridos (que no se quede todo ello en la teoría). Y qué mejor forma, que pasar unos días de campamento en contacto con la naturaleza, únicamente con lo necesario para vivir y pasarlo bien”, destaca Josu Grandibal, presidente de Euskalerriko Eskautak de Bizkaia, hasta final del mes de agosto. “Solo desear que todas  las actividades salgan bien,  y sea una carga de fuerza y de motivación para comenzar el próximo curso 2010/2011”, añade.
Una vez más, los lugares escogidos para los campamentos son Araba, Nafarroa, Burgos y Cantabria; aunque los volantes o itinerantes que hacen los mayores también son en Pirineos y Picos de Europa. Hay que mencionar también esos chavales y chavalas, que están en el final del proceso, y tienen la oportunidad de vivir la experiencia de un campo de trabajo en Granada, Catalunya, Rabat (Marruecos),…, trabajando,  por ejemplo, en un orfanato con menores abandonados, o realizando actividades con niños y niñas en la calle.