Un buen susto, ¿verdad?
Yo estoy en la provincia de la Libertad, que es una zona costera y situada al norte del Perú. El terremoto se ha notado aquí, pero ha golpeado con una intensidad de 4,5 ° en la escala de Richter; sin embargo, en Loreto ha llegado a 8°. Noté el terremoto a las 3,40 de la madrugada, cuando me desperté dando botes sobre mi cama. A pesar de ser de Bilbao, me sentí aterrorizado y me agarré fuertemente al colchón. Se me hizo eterno, pero me dicen que duró aquí dos minutos. Era la primera vez que sentía este fenómeno y poco a poco me fui dando cuenta de que era simplemente un terremoto.
¿Cómo quedó la zona tras el seísmo?
Se había cortado la luz y por la calle se veían muchas linternas. Así terminó todo. En Trujillo solo mostraban desperfectos un edificio antiguo cercano a la Plaza de Armas y algún otro aparecía con grietas. En el Alto Trujillo, que es el barrio que atiendo, las casas de adobes resistieron bien, como en la época de los mochicas precolombinos. A mi alrededor la gente comenzaba el día sin darle mayor importancia. Han sentido terremotos durante toda su vida y este ha sido uno más. La televisión estuvo toda la mañana dando noticias puntuales de los lugares más afectados y eso era un espectáculo dantesco: casas derruidas, carreteras cortadas por desprendimientos, etc.
¿Han comenzado a llegar ayudas?
El presidente del Perú, señor Martín Vizcarra, se acercó a las zonas afectadas en helicóptero y se prepararon las primeras ayudas: agua y alimentos de primera necesidad. Cáritas del Perú ha reaccionado, como siempre, al instante y ya están llegando a la zona los primeros envíos. Las dificultades son enormes en algunas zonas. Hay caseríos (así se llama aquí a los pueblos), que están en lugares de difícil acceso y si las vías de comunicación están rotas…
¿Qué labor realizáis los misioneros en la zona?
En esta arquidiócesis solo estamos de la diócesis de Bilbao Aitor Esteban y yo. Aitor se encuentra en estos momentos en Bilbao y yo me he hecho cargo de sus cuatro parroquias. Las asisto sábados y domingos, porque de lunes a viernes estoy en el Seminario de Trujillo como rector, director de estudios, decano y profesor de materias que no encajan en horarios de profesores ordinarios.