El último número de la revista diocesana Comunicación- Alkarren Barri recoge la experiencia de tres personas creyentes enfermas. Bajo su mirada sufriente nos dan algunas claves para entender la importancia de la fe y el acompañamiento en los procesos de enfermedad. Amparo es una de ellas, tiene 73 años y le han diagnosticado cáncer linfático. “Es duro –reconoce- pero creo que a mí me ha hecho más fuerte, más humana. Está siendo un periodo de paz, de dejar el problema en manos del Padre y yo ponerme a su lado y decirle todos los días: aquí estoy, quiero hacer tu Voluntad”.
Lola, recibiendo un tratamiento paliativo, admite que aunque se dice que toda crisis da oportunidad de crecer, durante estos dos años de enfermedad ha visto “crecer y hundirse”. Desde su mirada creyente, escribió un texto revelador a las personas que quiere: “este año veo a Jesús de Nazaret en las personas con las que comparto la sala de espera del hospital, mis nuevos compañeros de camino”.
Marisa sufre Fibromialgia y artrosis precoz degenerativa. Confía en su fe porque considera que es la que puede darle la fuerza que necesita. Apostilla que en su tarea pastoral diaria descubre “que Dios aún tenía algo preparado para mí, que aún con dolor o sin él, tengo mucho por hacer”.
Pastoral de la Salud
En la Diócesis de Bilbao el área que se encarga de acompañar pastoralmente a las personas enfermas está inserta en la Delegación de Caridad y Justicia. Belén Rodero es su responsable y quien explica la razón de ser esta tarea en la Iglesia: “Jesús, con su manera de ver y acercarse a cada persona que sufre, muestra la gratuidad de Dios, su amor infinito por todos. Y lo hace curando y perdonando”.
El mensaje del papa Francisco para esta jornada, pide la gracia de comprender “el valor del acompañamiento, con frecuencia silencioso, que nos lleva a dedicar tiempo a estas hermanas y hermanos que, gracias a nuestra cercanía y a nuestro afecto, se sienten más amados y consolados”.
10.02.2015
“La enfermedad me ha hecho más fuerte, más humana”
La Iglesia recuerda hoy, Día de Nuestra Señora de Lourdes, la Jornada Mundial del Enfermo. En nuestra Diócesis más de 600 personas voluntarias visitan y acompañan a las personas enfermas en las diferentes vicarías. Por otra parte, en todos los hospitales públicos de nuestro territorio hay equipos de pastoral de la salud atendiendo a las personas enfermas que lo solicitan. Con motivo del Día, el obispo presidirá una celebración en la catedral, a las 19 h.