Será la segunda ocasión en la que Mons. Segura tenga la oportunidad de hablar con el Papa Francisco. La vez anterior, fue en septiembre del 2019, como obispo auxiliar. Entonces el pontífice tuvo un encuentro con los obispos ordenados ese año y en la conversación corta que mantuvo con Mons. Segura le dio a conocer que sabía de su paso por tierras de misión. «Pero tu pasaste años en Latinoamérica – le comentó– Si cuando te nombraron obispo alguien me dijo: este es más ecuatoriano que gallego».
En este viaje, el prelado además de presentarle el informe de la situación de la Diócesis, lleva algunos presentes al Papa por medio de los cuales quiere acercarle algunas realidades de Bizkaia. Son dos regalos simbólicos. Uno es un poliedro, elaborado por el alumnado de Otxarkoaga y de la Fundación Otxarki, en el que se han incorporado algunas imágenes como la Amatxu, la catedral de Santiago, Urkiola, laicos y laicas de la comunidad cristiana participando en diversas actividades etc. Le entregará además, una hoja del roble del árbol de Gernika con un mensaje y una petición de la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui.
Los obispos mantendrán también reuniones en los siguientes dicasterios de la curia romana: para los Obispos, Doctrina de la Fe, Clero, Institutos de Vida Consagrada, Educación Católica, Culto Divino, Laicos, Nueva Evangelización, Familia y Vida, Promoción para el Desarrollo Humano Integral, Comunicación y la Secretaría de Estado. Además, podrán visitar otros organismos vaticanos.
¿Qué es una visita ad limina?
La visita ad limina es la visita que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma. Comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como expresión de comunión eclesial y el encuentro con el Papa como sucesor de san Pedro. Incluye también informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada.
El papa Francisco se había visto obligado a suspender estas visitas a causa de la situación provocada por la pandemia de la Covid-19. Este mes de septiembre ha vuelto a retomar sus encuentros con los obispos de todo el mundo.