¿Qué retos debe afrontar en el futuro inmediato?
Soy el Obispo de una comunidad con una realidad variada y rica. En primer lugar, la presencia institucional es muy alta. Disponemos en Bizkaia de dieciséis centros y cuatro escuelas profesionales, es decir, más de 10.000 alumnos. Por lo tanto, el frente educativo es muy amplio. Además de la actividad socio-caritativa atendemos más de 200 parroquias. Sin embargo, los sacerdotes son muy mayores: la edad media es de 72 años en Bizkaia, una de las más altas del Estado. A cierta edad hubo muchas vocaciones aquí y aunque ahora haya menos, en la actualidad hay 12 seminaristas en Bilbao.
¿En qué momento se encuentra la Iglesia?
La gente dice «yo creo en Dios, pero no en la Iglesia». La fe que yo he recibido proviene de la Iglesia. La Iglesia no son solo cardenales y obispos reunidos en Roma. La Iglesia son madres que han vivido y transmitido la fe; son todas aquéllas personas que valoran la fe. Si la gente me dice: a mí no me gusta la autoridad de la Iglesia o la imagen que tienen los responsables de la Iglesia, lo comprendo. Pero la Iglesia no es sólo eso, es mucho más. Sin la Iglesia el Evangelio no llegaría hasta hoy.
¿Esta actitud hacia la Iglesia podría ser derivada por su respuesta ante los casos de abusos sexuales? ¿Se ha actuado bien?
Hay un error objetivo. No se ha actuado bien en algunos casos de abusos sexuales. O en el caso de las propiedades. Pero, no se puede defender que la Iglesia mantiene sus edificios en beneficio del clero. Nadie entra en el seminario para beneficiarse económicamente, todo lo contrario. El problema es que hay temas que se han gestionado mal. Y, a veces, se ha puesto por delante la imagen antes que la responsabilidad en el cuidado de las personas. No se ha hecho bien y creo que no hemos sabido comunicar lo que somos y lo que hacemos. Todo el que conoce a un sacerdote tiene buena opinión sobre él. La mayoría de la gente no conoce a curas y monjas, no sabe nada más que lo que dice la televisión sobre algunas cuestiones: que si echamos de casa a una persona, que si hemos ocultado abusos.,. son algunas de las cosas que salen sobre nosotros.
¿Cuál es la realidad?
En el caso de los abusos, lo tengo claro: lo importante son lo que cuentan las víctimas. La mayoría de la gente no se inventa nada. Porque para ellos es un drama contarlo. ¿Qué debo hacer? Tomármelo en serio y actuar con rapidez y transparencia poniendo el caso ante la autoridad competente.
En cuanto al caso del piso de Begoña. Hemos ofrecido a la persona que lo ocupa más de una alternativa durante estos años, pero no hemos obtenido ninguna respuesta. No le dejamos en la calle. En la última propuesta le planteamos proseguir viviendo en la misma casa, pero compartiéndola con otra persona en situación de vulnerabilidad.
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