Entre los retos, Mons. Segura destaca como uno de los más dramáticos el del hambre, “podemos leer aquí y allá cifras sobre la dimensión del problema, pero no es fácil ver tras esos números el drama que esconden. Cierto que algunos problemas globales nos superan, pero todos podemos hacer algo, y a veces mucho, para buscar y poner remedios”.
El obispo Administrador diocesano en su texto también hace referencia a la encíclica del Papa Francisco «Fratelli Tutti» y explica que el documento busca promover entre creyentes y no creyentes la idea profundamente evangélica de que “no hay salvación para los que se preocupan solo de sí mismos”. Precisamente esta tarde Mons. Segura impartirá una conferencia sobre la «Fratelli Tutti» en la parroquia de Santiago Apóstol de Ermua, a las 18:00 h.
Contagiar solidaridad
La palabra contagio, que a diario venimos escuchando a lo largo de este año, también puede convertirse en positiva si el contagio es de solidaridad, tal y como nos piden desde Manos Unidas “no nos podemos olvidar de los que viven en la mayor pandemia del mundo que es el HAMBRE”, destaca la presidenta de Manos Unidas en Bizkaia y defiende que esta situación actual nos obliga a reforzar nuestro compromiso y nuestra misión “porque el hambre en el mundo es el reflejo de la desigualdad que vivimos y para acabar con ambas es necesaria la implicación de todos en la construcción del bien común a través de la cultura y la solidaridad”.