En el marco del 70 aniversario de la creación de la diócesis de Bilbao y del décimo aniversario del Centro ICARO (el próximo día 4 de noviembre), el Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia (AHEB) presenta una exposición sobre el patrimonio educativo en la diócesis de Bilbao que podrá visitarse hoy día 27 de octubre, de 16:00 a 18:00 horas de forma presencial en la sede del Archivo en el antiguo edificio de Derio, que incluye documentos, fotografías y testimonios diversos.
La directora del Archivo, Anabela Barroso explica que, aunque la diócesis de Bilbao ha cumplido 70 años desde su creación, conservan documentos que reflejan las actividades de la comunidad cristiana en toda Bizkaia desde al menos el siglo XII, “en el Archivo –dice- podemos encontrar documentos que reflejan el interés por la enseñanza no sólo de la doctrina cristiana, las “Escuelas de Cristo” y las catequesis, sino también por la enseñanza de las primeras letras. Así vemos la creación de escuelas parroquiales donde se enseñaba el canto, la música, la doctrina cristiana y lectura y escritura. Encontramos escuelas dominicales y también fundación de capellanías para tener maestros y maestras de primeras letras o para que tuvieran una habitación o casa. Además de la creación de centros de enseñanza reglada que van surgiendo a lo largo del siglo XX”.
Enseñanza
Dentro de la proliferación de órdenes religiosas dedicadas fundamentalmente a la enseñanza a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX, encontramos varios centros en el actual territorio de la diócesis de Bilbao (encuadrados muchos de ellos en Kristau Eskola). En los que están actualmente en la red diocesana EBI tenemos San Fidel, Sagrado Corazón y Berakruz, de Markina y el Patronato de Santa Eulalia. “La aceleración de los cambios económicos y socioculturales en el s. XX introdujo nuevas preocupaciones pastorales y el abordaje de las necesidades a través de numerosas actividades saliendo al encuentro de las necesidades de los más desfavorecidos, de la mano de la Doctrina Social de la Iglesia”, añade Barroso. Asistimos así a la creación de escuelas de formación profesional en zonas deprimidas (Muskiz, Arratia, Otxarkoaga, Txorierri, Markina, Ondarroa), la construcción de otros centros de enseñanza en sitios a los que ésta no llegaba (Sopuerta, Ortuella, etc) y la creación de “casas sociales”, para favorecer la asociación de la gente en torno a actividades sociales y culturales. Se crean así los centros de Somorrostro, la Escuela Naútica Pesquera, Maria Bitarteko, Zulaibar, el CF. Otxarkoaga, San Félix. San Juan y se ceden locales parroquiales para actividades de centros (Avellaneda) y para enseñanza del euskera que luego dan lugar a ikastolas (Begoñazpi,, Artxandape, Txomin Agirre) y se crean aulas de educación infantil (Karmengo haurreskola e Iparragirre). Además de la conversión de la Escuela de Magisterio Begoñako Andra Mari en escuela universitaria gestionada por la diócesis desde 1978, esta apuesta por los centros coincide también con la creación de entidades culturales en la diócesis: (Archivo, Museo, grupo Etniker, Labayru, Euskal biblioteka, biblioteca del Seminario, Jakinbide) y comunicativas (Radio Popular, Medios de Comunicación y revista Alkarren Barri). Es una época de efervescencia en la diócesis, que se apoya con la creación de la Delegación de Enseñanza, posteriormente de Educación. A partir de los años 80-90 los centros apuestan por la innovación, la renovación y modernización de sus instalaciones y de su oferta educativa y metodológica.