Txomin Bereciartua nació en Bilbao el 24 de junio de 1929 y fue ordenado presbítero, en la catedral de Santiago, el 28 de junio de 1953. Dentro de tres meses se hubieran cumplido los 70 años de su ordenación.
Doctor en Filosofía y Letras y en Teología por la Universidad de Comillas, su primer destino pastoral fue en Irazagorria, como ecónomo. Años más tarde, fue coadjutor de San Ignacio, en Neguri y, posteriormente, coadjutor de la parroquia Santos Justo y Pastor, de Otxarkoaga.
Cercano y comunicativo
En esos años le conoció el presbítero José Luis Achotegui, junto quien convivió en la comunidad de Otxarkoaga “Txomin -explica Jose Luis– pasó de Neguri-Algorta a Otxakoaga. De una comunidad con muchas abundancias a una mucho más humilde y fue un regalo para él”. Allí compartió equipo con Diego Bergices –junto a quien se empeñó en la tarea de llevar adelante la Escuela Profesional- Fermín Gorostiaga, José Luis Achótegui y Jesús Martín, entre otros, que formaban la comunidad de los curas de Otxarkoaga. Se llevaban muy bien entre ellos y compartían tertulia todos los días después de cenar. Achotegui le define como un compañero “cercano y comunicativo, que siempre tenía cosas que hacer: atender a sus numerosas tareas, reuniones…» Estaba en el eskaut en ese momento.
En 2017 la revista diocesana «Alkarren Barri/Comunicación» publicaba un reportaje sobre la historia del escultismo católico en Bizkaia, en el que también participó Txomin Bereciartua:
Parroquias, eskaut, Labayru…
Entre los años 1966 y 1977, fue consiliario diocesano de los eskaut, movimiento que impulsó y apoyó. En ese tiempo también estuvo en Txurdinaga y el Ensanche de Begoña. Después pasó a Getxo, donde fue coadjutor de Santa María y, posteriormente moderador de dicho equipo presbiteral. Desde 1977, miembro del Instituto Labayru y, a partir de 1992, vicepresidente del mismo.
Posteriormente, Bereciartua desarrolló su tarea pastoral, cerca de una década, en Portugalete, de 1982 a 1991, como moderador del equipo presbiteral de la basílica de Santa María. Después, fue párroco de Santa Ana, de Las Arenas.
Su última responsabilidad hasta su jubilación fue la de presidente de la Fundación Novia Salcedo, entidad que creó en 1982 y de la que fue presidente de honor hasta su fallecimiento y que tanto significó para él en lo personal y en lo profesional, destaca Begoña Etxebarria, actual directora general de la Fundación Novia Salcedo. “Txomin –dice Etxebarria– ha sido un hombre grandioso, que ha tenido una vida plena, y le he visto despedirse como ha vivido: positivo, contento, en paz”. También resalta su vocación inagotable “de construir, crear y transformar todo aquello por donde pasaba, para hacerlo mejor”. Una persona convencida de que la calidad de un país son sus personas “consideraba que la vida había que vivirla asumiendo apuestas decididas, aprendiendo a enfrentarse a retos y oportunidades, a hacer haciendo, superando dificultades, única forma de crecer y madurar interiormente como personas”. Bereciartua fue también cofundador de Unesco Etxea, el Centro Unesco del País Vasco -asociación sin ánimo de lucro creada en 1991 para promocionar en el ámbito vasco los principios y programas de la Unesco-.
Abierto a la cultura y a la sociedad
Su compañero presbítero Gaspar Martínez lo define como “un promotor constante”. En la diócesis de Bilbao promovió el movimiento Eskaut. En Getxo, participó activamente en la reforma del templo de Santa María. En Portugalete, trabajó codo con codo con el Ayuntamiento, en numerosos proyectos. Y, en su paso por Las Arenas, intervino en la construcción del nuevo templo de Santa Ana, en sustitución del anterior, en el antiguo colegio de San Agustín.
“Fue un hombre estructuralmente abierto a la cultura y a la sociedad”, destaca Gaspar Martínez. «Una persona que siempre tejió su labor pastoral sobre unas relaciones con la cultura”. En el tema de la Fundación Novia Salcedo “quería buscar un nuevo cauce de desarrollo para los jóvenes en un momento sociolaboral muy malo. Se mantuvo joven hasta el final de sus días, mantuvo la frescura, la juventud y la ilusión hasta el final. Y tuvo numerosas amistades de gente mucho más joven que él, gente que él impulsaba”.
Siempre positivo
Kepa Rekakoetxea colaboró Txomin en el Secretariado de Juventud de la Diócesis, en el Instituto Labayru, en la Fundación Novia Salcedo, en Unesco Etxea, en Pax Romana-Barandiaran Kristau Alkartea…
Para Kepa, Txomin fue un amigo, “un gran amigo siempre positivo, en los triunfos y en los fracasos”. Rekakoetxea destaca su faceta emprenderora y dice que, para él, ha sido un placer colaborar con Bereciartua “Sacerdote vasco, siempre preocupado por la inculturación de la fe y por la transmisión de la fe a la juventud en el movimiento eskaut, en el Secretariado de Diocesano de Juventud y en todos los foros en los que estuvo. Un amigo del alma, un cura inquieto y un vasco de pro. Una gran persona”.
Reconocimientos
En 2005, con ocasión del 25 aniversario de la Fundación Novia Salcedo, el entonces lehendakari del Gobierno Vasco, Juan José Ibarretxe, le entregó la Makila de honor. En 2000 recibió el premio Utopía, de la Diputación Foral de Bizkaia. En 2019, recibió el Premio Sabino Arana Fundazioa, “por su dilatada y fecunda trayectoria personal y profesional como impulsor de innumerables iniciativas sociales, culturales y educativas”. En 2013, le concedieron el premio de la Fundación Príncipe de Girona. En 2014, fue nombrado Ilustre de Bilbao, por el ayuntamiento de la villa. En 2014, recibió el «Gazte Role Model» de la ikastola Begoñazpi.
Información en la revista diocesana «Alkarren Barri/Comunicación», cuando Bereciartua recibió el premio Sabino Arana:
Entrevista a Txomin Bereciartua, cuando fue galardonado con el Gazte Role Model:
Goian bego eta Egun handira arte!!!
