El dinero que recibe la Iglesia se recibe de las aportaciones directas de los fieles y también de la asignación tributaria. “No hay ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado para el sostenimiento de la Iglesia”, recuerdan una vez más desde el área económica de la Diócesis de Bilbao.
El dinero que se recaude de los contribuyentes que decidan marcar la casilla C en la declaración de la renta irá al Fondo Común Interdiocesano, desde donde se repartirá solidariamente a todas las Diócesis del Estado. En el caso de la Diócesis de Bilbao, los fondos se destinarán a las necesidades pastorales y sociales concretas de Bizkaia.
En nuestro territorio se puede deducir de la cuota íntegra del IRPF el 20% de los donativos y aportaciones realizadas en el año 2018 a favor de la Iglesia Católica.