Muy queridos hermanos y hermanas.
Feliz Pascua de Resurrección. Que el Señor os conceda el don del Espíritu para caminar en una vida nueva, os renueve interiormente, os llene de su gozo y os fortalezca en la misión a la que hemos sido convocados.
El Santo Padre me ha encomendado el cuidado de nuestra Iglesia diocesana, como Administrador Apostólico, hasta que nombre al nuevo Obispo de Bilbao. Agradezco este gesto de profunda confianza, siendo consciente de mi pequeñez y de mis debilidades, y también del maravilloso tesoro que se me confía. Estoy seguro de que el Señor que me envía a vosotros me dará también la gracia necesaria para serviros con amor, fidelidad y entrega. Os pido humildemente vuestra ayuda generosa y vuestra oración para que todos juntos rememos mar adentro en la apasionante tarea de la evangelización.
Para este tiempo de “sede vacante”, he procedido a la confirmación de los nombramientos de los vicarios, delegados y responsables de los secretariados que colaboran estrechamente con el ministerio episcopal. Agradezco profundamente su dedicación y disponibilidad.
El pasado año, Don Ricardo promulgó para la Diócesis el IV Plan de Evangelización. Como sabéis, fue elaborado con una amplia participación, expresión del dinamismo apostólico de nuestra Iglesia. Estamos convencidos de que el Espíritu que lo ha inspirado también nos ayudará a llevarlo a la práctica. Constituye una excelente hoja de ruta que nos convoca, interpela e implica a todos. Que el Señor nos conceda la ilusión, audacia y fortaleza necesarias para llevarlo adelante, estando persuadidos de que por su gracia producirá abundantes frutos.
Tenemos a la vista una cita importante del citado Plan: el viernes, 7 de mayo, tal como se anunció el miércoles de Ceniza, estamos convocados a una jornada de ayuno y oración, para impulsar nuestra sobriedad en el uso de los bienes y ser solidarios con los más castigados por la crisis. El acto oracional tendrá lugar en la Basílica de Begoña, a las 7,30 de la tarde. Os invito a todos a este encuentro.
Oremos juntos y constantemente para que el Santo Padre provea pronto el Pastor de nuestra Diócesis, el que nuestra Iglesia particular necesita en este momento preciso de nuestra historia. Pidamos juntos el don del Espíritu, don de la Pascua derramado abundantemente en nosotros el día de Pentecostés. Pedimos a nuestra Amatxo de Begoña que nos alcance de Jesús la paz y la alegría profunda de la Pascua.
Con un saludo afectuoso y fraterno, pido al Señor que os bendiga.
+ Mario Iceta Gabicagogeascoa
Administrador Apostólico de Bilbao