Evangelio y Lecturas
Día: 2025-12-12
Viernes
Otras fechas:
Adviento, IIEvangelio y Lecturas de 12-12-2025
LECTURA 1
Si hubieras atendido a mis mandatos
Lectura del libro de Isaías 48,17-19
Así dice el Señor, tu redentor,
el Santo de Israel:
- Yo, el Señor, tu Dios,
te enseño para tu bien,
te guío por el camino que sigues.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
sería tu paz como un río,
tu justicia como las olas del mar;
tu progenie sería como arena,
como sus granos los vástagos de tus entrañas;
tu nombre no sería aniquilado
ni destruido ante mí.
Lectura del libro de Isaías 48,17-19
Así dice el Señor, tu redentor,
el Santo de Israel:
- Yo, el Señor, tu Dios,
te enseño para tu bien,
te guío por el camino que sigues.
Si hubieras atendido a mis mandatos,
sería tu paz como un río,
tu justicia como las olas del mar;
tu progenie sería como arena,
como sus granos los vástagos de tus entrañas;
tu nombre no sería aniquilado
ni destruido ante mí.
SALMO
Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6
R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos
pero el camino de los impíos acaba mal.
R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos
pero el camino de los impíos acaba mal.
EVANGELIO
No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,16-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- ¿A quién se parece esta generación?
Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: «Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado lamentaciones, y no habéis llorado».
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Tiene un demonio». Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores».
Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11,16-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- ¿A quién se parece esta generación?
Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: «Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos cantado lamentaciones, y no habéis llorado».
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Tiene un demonio». Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores».
Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.
MONICIÓN
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos y hermanas, bienvenidos a esta celebración. ¿Cómo será el Verbo de Dios encarnado? Esto es lo que se preguntan quienes escucharon a Jesús. Estemos atentos durante diciembre para que podamos ver claramente dónde está la estrella que anunciará el nuevo Nacimiento. Y preparemos un lugar para ella en nuestros corazones para que pueda nacer. Comencemos, pues, de pie y cantando esta celebración.
ACTO PENITENCIAL
Sí, Jesucristo, al igual que María, tenemos personas que no cometieron pecado; sin embargo, les damos gracias porque se han convertido en símbolos de nuestra salvación. Pidamos, pues, perdón a Dios por nuestros pecados y tengamos la humildad de ponernos en manos de su misericordia.
Señor Jesús, viniste a traer paz a tu pueblo. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Señor Jesús, viniste a salvar a los perdidos. CRISTO, TEN PIEDAD.
Señor Jesús, que viniste a renovar el mundo. SEÑOR, TEN PIEDAD
Que Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros y, habiendo perdonado nuestros pecados, nos conduzca a la vida eterna. Amén.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
A menudo olvidamos que tenemos una manera de preparar nuestros corazones para el tiempo de Adviento. En este camino, Isaías, como acabamos de leer, nos muestra lo que nos conviene. Por lo tanto, eliminemos todos los estímulos que nuestra sociedad ha creado y que nos distraen del camino de Dios, y concentrémonos por completo en prepararnos para el nacimiento de Jesús.
MONCIÓN AL EVANGELIO
Hay muchas maneras de andar en el camino de Dios. Pero despreciamos a quienes son diferentes a nosotros sin conocerlos. Esto es a lo que Jesús mismo confronta a la gente. El Adviento es un tiempo de esperanza y amor. Abramos, pues, los oídos de nuestro corazón y reflexionemos atentamente sobre esta lectura.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Pidamos a Dios que nos dé la capacidad de escuchar las palabras que nos ha dado y de dirigirle nuestras peticiones.
1. Por todos aquellos que tienen dificultades con la fe. Que la contemplación del misterio de la Navidad sea una oportunidad para dar gracias a Dios Padre. ROGUEMOS AL SEÑOR.
2. Por los gobernantes de las naciones. Que el testimonio de Jesucristo, hecho hombre por nosotros, nos ayude a buscar el bien de todos, especialmente de los pobres, y sobre todo la paz, tanto en Israel como en Ucrania. ROGUEMOS AL SEÑOR.
3. Por todos los que sufren persecución por su fe religiosa. Que la terquedad de quienes los consideran enemigos no les permita retroceder, y que se les ayude a superar sus pasiones. Roguemos al Señor. ROGUEMOS AL SEÑOR.
4. Por nosotros. Para que Dios aumente nuestra fe, alimente nuestra esperanza con las promesas que ha hecho y nos haga sentir su amor. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Acepta, Señor, estas peticiones que te dirigimos, confiando en que las concederás. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Hermanos y hermanas, bienvenidos a esta celebración. ¿Cómo será el Verbo de Dios encarnado? Esto es lo que se preguntan quienes escucharon a Jesús. Estemos atentos durante diciembre para que podamos ver claramente dónde está la estrella que anunciará el nuevo Nacimiento. Y preparemos un lugar para ella en nuestros corazones para que pueda nacer. Comencemos, pues, de pie y cantando esta celebración.
ACTO PENITENCIAL
Sí, Jesucristo, al igual que María, tenemos personas que no cometieron pecado; sin embargo, les damos gracias porque se han convertido en símbolos de nuestra salvación. Pidamos, pues, perdón a Dios por nuestros pecados y tengamos la humildad de ponernos en manos de su misericordia.
Señor Jesús, viniste a traer paz a tu pueblo. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Señor Jesús, viniste a salvar a los perdidos. CRISTO, TEN PIEDAD.
Señor Jesús, que viniste a renovar el mundo. SEÑOR, TEN PIEDAD
Que Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros y, habiendo perdonado nuestros pecados, nos conduzca a la vida eterna. Amén.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
A menudo olvidamos que tenemos una manera de preparar nuestros corazones para el tiempo de Adviento. En este camino, Isaías, como acabamos de leer, nos muestra lo que nos conviene. Por lo tanto, eliminemos todos los estímulos que nuestra sociedad ha creado y que nos distraen del camino de Dios, y concentrémonos por completo en prepararnos para el nacimiento de Jesús.
MONCIÓN AL EVANGELIO
Hay muchas maneras de andar en el camino de Dios. Pero despreciamos a quienes son diferentes a nosotros sin conocerlos. Esto es a lo que Jesús mismo confronta a la gente. El Adviento es un tiempo de esperanza y amor. Abramos, pues, los oídos de nuestro corazón y reflexionemos atentamente sobre esta lectura.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Pidamos a Dios que nos dé la capacidad de escuchar las palabras que nos ha dado y de dirigirle nuestras peticiones.
1. Por todos aquellos que tienen dificultades con la fe. Que la contemplación del misterio de la Navidad sea una oportunidad para dar gracias a Dios Padre. ROGUEMOS AL SEÑOR.
2. Por los gobernantes de las naciones. Que el testimonio de Jesucristo, hecho hombre por nosotros, nos ayude a buscar el bien de todos, especialmente de los pobres, y sobre todo la paz, tanto en Israel como en Ucrania. ROGUEMOS AL SEÑOR.
3. Por todos los que sufren persecución por su fe religiosa. Que la terquedad de quienes los consideran enemigos no les permita retroceder, y que se les ayude a superar sus pasiones. Roguemos al Señor. ROGUEMOS AL SEÑOR.
4. Por nosotros. Para que Dios aumente nuestra fe, alimente nuestra esperanza con las promesas que ha hecho y nos haga sentir su amor. ROGUEMOS AL SEÑOR.
Acepta, Señor, estas peticiones que te dirigimos, confiando en que las concederás. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



