Liturgia de las Horas
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Tiempo ordinario, XXVIII.
Laudes y visperas de 2025-10-17:
SALMODIA Antífona 1 Fuera del tiempo pascual: Oh Dios crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. Tiempo pascual: Cristo se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima. Aleluya. Salmo 50 Misericordia, Dios mío Renovaos en la mente y en el espíritu y vestios de la nueva condición humana (Ef 4, 23-24) Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. Fuera del tiempo pascual: Ant. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. Tiempo pascual: Ant. Cristo se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima. Aleluya. Antífona 2 Fuera del tiempo pascual: Alégrate, Jerusalén, porque en ti se reunirán todos los pueblos. Tiempo pascual: Jerusalén, ciudad de Dios, una luz esplendente te iluminará. Aleluya. Cántico: Tb 13, 10-13. 15. 16b-17a Acción de gracias por la liberación del pueblo Me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que traía la gloria de Dios (Ap 21, 10. 11) Que todos alaben al Señor y le den gracias en Jerusalén. Jerusalén, ciudad santa, él te castigó por las obras de tus hijos, pero volverá a apiadarse del pueblo justo. Da gracias al Señor como es debido y bendice al rey de los siglos, para que su templo sea reconstruido con júbilo, para que él alegre en ti a todos los desterrados, y ame en ti a todos los desgraciados, por los siglos de los siglos. Una luz esplendente iluminará a todas las regiones de la tierra. Vendrán a ti de lejos muchos pueblos, y los habitantes del confín de la tierra vendrán a visitar al Señor, tu Dios, con ofrendas para el rey del cielo. Generaciones sin fin cantarán vítores en tu recinto, y el nombre de la elegida durará para siempre. Saldrás entonces con júbilo al encuentro del pueblo justo, porque todos se reunirán para bendecir al Señor del mundo. Dichosos los que te aman, dichosos los que te desean la paz. Bendice, alma mía, al Señor, al rey soberano, porque Jerusalén será reconstruida, y, allí, su templo para siempre. Fuera del tiempo pascual: Ant. Alégrate, Jerusalén, porque en ti se reunirán todos los pueblos. Tiempo pascual: Ant. Jerusalén, ciudad de Dios, una luz esplendente te iluminará. Aleluya. Antífona 3 Fuera del tiempo pascual: Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra. Tiempo pascual: Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo. Aleluya. Salmo 147 Acción de gracias por la restauración de Jerusalén Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero (Ap 21, 9) Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden, y se derriten; sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. Fuera del tiempo pascual: Ant. Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra. Tiempo pascual: Ant. Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo. Aleluya. LECTURA BREVE: Ga 2, 19b-20 Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí. RESPONSORIO BREVE R/. Invoco al Dios Altísimo. * Al Dios que hace tanto por mí. Invoco. V/. Desde el cielo me enviará la salvación. * Al Dios que hace tanto por mí. Gloria al Padre. Invoco. Benedictus, ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto. PRECES Confiados en Dios, que cuida con solicitud de todos los que ha creado y redimido con la sangre de su Hijo, invoquémosle, diciendo: Escucha, Señor, y ten piedad. Dios misericordioso, asegura nuestros pasos en el camino de la verdadera santidad, - y haz que busquemos siempre todo lo que es verdadero, justo y amable. Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, - no rompas tu alianza, Señor. Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, - porque los que en ti confían no quedan defraudados. Tú que has querido que participáramos en la misión profética de Cristo, - haz que proclamemos ante el mundo tus hazañas. Dirijámonos al Padre con las mismas palabras que nos enseñó el Señor: Padre nuestro. Oración Te pedimos, Señor, tu gracia abundante, para que nos ayude a seguir el camino de tus mandatos, y así gocemos de tu consuelo en esta vida y alcancemos la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
CÁNTICO EVANGÉLICO Benedictus (Lc 1, 68-79) El Mesías y su Precursor Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ORACIÓN CONCLUSIVA Si se dirige al Padre: Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén Si se dirige al Padre, pero al final se menciona al Hijo: Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Si se dirige al Hijo: Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V/. El Señor esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu. V/. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amén. V/. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios. Si el que preside no es un ministro ordenado, y en la recitación individual, se concluye: V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amén.
SALMODIA Antífona 1 Fuera del tiempo pascual: Día tras día, te bendeciré, Señor, y narraré tus maravillas. Tiempo pascual: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único. Aleluya. Salmo 144 Himno a la grandeza de Dios Tú, Señor, el que eras y eres, eres justo (Ap 16, 5) I Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza; una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas. Alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas; encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones; difunden la memoria de tu inmensa bondad, y aclaman tus victorias. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas; explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. Fuera del tiempo pascual: Ant. Día tras día, te bendeciré, Señor, y narraré tus maravillas. Tiempo pascual: Ant. Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único. Aleluya. Antífona 2 Fuera del tiempo pascual: Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan. Tiempo pascual: Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, todo honor y toda gloria. Aleluya. II El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. Satisface los deseos de sus fieles, escucha sus gritos, y los salva. El Señor guarda a los que lo aman, pero destruye a los malvados. Pronuncie mi boca la alabanza del Señor, todo viviente bendiga su santo nombre por siempre jamás. Fuera del tiempo pascual: Ant. Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan. Tiempo pascual: Ant. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, todo honor y toda gloria. Aleluya. Antífona 3 Fuera del tiempo pascual: Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! Tiempo pascual: Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Aleluya. Cántico: Ap 15, 3-4 Himno de adoración Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos. Fuera del tiempo pascual: Ant. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! Tiempo pascual: Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Aleluya. LECTURA BREVE: Rm 8, 1-2 Ahora no pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues, por la unión con Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. RESPONSORIO BREVE R/. Cristo murió por los pecados. * Para conducirnos a Dios. Cristo. V/. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. * Para conducirnos a Dios. Gloria al Padre. Cristo. Magníficat, ant. Acuérdate de tu misericordia, Señor, como lo habías prometido a nuestros padres. PRECES Invoquemos a Cristo, en quien confían los que conocen su nombre, diciendo: Señor, ten piedad. Señor Jesucristo, consuelo de los humildes, - dígnate sostener con tu gracia nuestra fragilidad, siempre inclinada al pecado. Que los que por nuestra debilidad estamos inclinados al mal, - por tu misericordia obtengamos el perdón. Señor, a quien ofende el pecado y aplaca la penitencia, - aparta de nosotros el azote de tu ira, merecido por nuestros pecados. Tú que perdonaste a la mujer arrepentida y cargaste sobre los hombros la oveja descarriada, - no apartes de nosotros tu misericordia. Tú que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz, - abre las puertas del cielo a todos los difuntos que en ti confiaron. Siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, digamos al Padre celestial: Padre nuestro. Oración Dios omnipotente y eterno, que quisiste que tu Hijo sufriese por la salvación de todos, haz que, inflamados en tu amor, sepamos ofrecernos a ti como hostia viva. Por nuestro Señor Jesucristo.
CÁNTICO EVANGÉLICO Magníficat (Lc 1, 46-55) Alegría del alma en el Señor Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre... ORACIÓN CONCLUSIVA Si se dirige al Padre: Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Si se dirige al Padre, pero al final se menciona al Hijo: Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Si se dirige al Hijo: Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V/. El Señor esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu. V/. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amén. V/. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios. Si el que preside no es un ministro ordenado, y en la recitación individual, se concluye: V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amén.
Laudes y visperas de 2025-10-17:
LAUDES
SALUDO INICIAL V/. Dios mío, ven en mi auxilio. R/. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (Aleluya)SALMODIA Antífona 1 Fuera del tiempo pascual: Oh Dios crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. Tiempo pascual: Cristo se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima. Aleluya. Salmo 50 Misericordia, Dios mío Renovaos en la mente y en el espíritu y vestios de la nueva condición humana (Ef 4, 23-24) Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. Fuera del tiempo pascual: Ant. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. Tiempo pascual: Ant. Cristo se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima. Aleluya. Antífona 2 Fuera del tiempo pascual: Alégrate, Jerusalén, porque en ti se reunirán todos los pueblos. Tiempo pascual: Jerusalén, ciudad de Dios, una luz esplendente te iluminará. Aleluya. Cántico: Tb 13, 10-13. 15. 16b-17a Acción de gracias por la liberación del pueblo Me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que traía la gloria de Dios (Ap 21, 10. 11) Que todos alaben al Señor y le den gracias en Jerusalén. Jerusalén, ciudad santa, él te castigó por las obras de tus hijos, pero volverá a apiadarse del pueblo justo. Da gracias al Señor como es debido y bendice al rey de los siglos, para que su templo sea reconstruido con júbilo, para que él alegre en ti a todos los desterrados, y ame en ti a todos los desgraciados, por los siglos de los siglos. Una luz esplendente iluminará a todas las regiones de la tierra. Vendrán a ti de lejos muchos pueblos, y los habitantes del confín de la tierra vendrán a visitar al Señor, tu Dios, con ofrendas para el rey del cielo. Generaciones sin fin cantarán vítores en tu recinto, y el nombre de la elegida durará para siempre. Saldrás entonces con júbilo al encuentro del pueblo justo, porque todos se reunirán para bendecir al Señor del mundo. Dichosos los que te aman, dichosos los que te desean la paz. Bendice, alma mía, al Señor, al rey soberano, porque Jerusalén será reconstruida, y, allí, su templo para siempre. Fuera del tiempo pascual: Ant. Alégrate, Jerusalén, porque en ti se reunirán todos los pueblos. Tiempo pascual: Ant. Jerusalén, ciudad de Dios, una luz esplendente te iluminará. Aleluya. Antífona 3 Fuera del tiempo pascual: Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra. Tiempo pascual: Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo. Aleluya. Salmo 147 Acción de gracias por la restauración de Jerusalén Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero (Ap 21, 9) Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti; ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza; hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas; envía una orden, y se derriten; sopla su aliento, y corren. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. Fuera del tiempo pascual: Ant. Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra. Tiempo pascual: Ant. Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo. Aleluya. LECTURA BREVE: Ga 2, 19b-20 Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí. RESPONSORIO BREVE R/. Invoco al Dios Altísimo. * Al Dios que hace tanto por mí. Invoco. V/. Desde el cielo me enviará la salvación. * Al Dios que hace tanto por mí. Gloria al Padre. Invoco. Benedictus, ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto. PRECES Confiados en Dios, que cuida con solicitud de todos los que ha creado y redimido con la sangre de su Hijo, invoquémosle, diciendo: Escucha, Señor, y ten piedad. Dios misericordioso, asegura nuestros pasos en el camino de la verdadera santidad, - y haz que busquemos siempre todo lo que es verdadero, justo y amable. Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, - no rompas tu alianza, Señor. Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, - porque los que en ti confían no quedan defraudados. Tú que has querido que participáramos en la misión profética de Cristo, - haz que proclamemos ante el mundo tus hazañas. Dirijámonos al Padre con las mismas palabras que nos enseñó el Señor: Padre nuestro. Oración Te pedimos, Señor, tu gracia abundante, para que nos ayude a seguir el camino de tus mandatos, y así gocemos de tu consuelo en esta vida y alcancemos la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
CÁNTICO EVANGÉLICO Benedictus (Lc 1, 68-79) El Mesías y su Precursor Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. ORACIÓN CONCLUSIVA Si se dirige al Padre: Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén Si se dirige al Padre, pero al final se menciona al Hijo: Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Si se dirige al Hijo: Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V/. El Señor esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu. V/. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amén. V/. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios. Si el que preside no es un ministro ordenado, y en la recitación individual, se concluye: V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amén.
VÍSPERAS
SALUDO INICIAL V/. Dios mío, ven en mi auxilio. R/. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (Aleluya)SALMODIA Antífona 1 Fuera del tiempo pascual: Día tras día, te bendeciré, Señor, y narraré tus maravillas. Tiempo pascual: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único. Aleluya. Salmo 144 Himno a la grandeza de Dios Tú, Señor, el que eras y eres, eres justo (Ap 16, 5) I Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza; una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas. Alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas; encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones; difunden la memoria de tu inmensa bondad, y aclaman tus victorias. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas; explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. Fuera del tiempo pascual: Ant. Día tras día, te bendeciré, Señor, y narraré tus maravillas. Tiempo pascual: Ant. Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único. Aleluya. Antífona 2 Fuera del tiempo pascual: Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan. Tiempo pascual: Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, todo honor y toda gloria. Aleluya. II El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. Satisface los deseos de sus fieles, escucha sus gritos, y los salva. El Señor guarda a los que lo aman, pero destruye a los malvados. Pronuncie mi boca la alabanza del Señor, todo viviente bendiga su santo nombre por siempre jamás. Fuera del tiempo pascual: Ant. Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca de los que te invocan. Tiempo pascual: Ant. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, todo honor y toda gloria. Aleluya. Antífona 3 Fuera del tiempo pascual: Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! Tiempo pascual: Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Aleluya. Cántico: Ap 15, 3-4 Himno de adoración Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos. Fuera del tiempo pascual: Ant. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! Tiempo pascual: Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Aleluya. LECTURA BREVE: Rm 8, 1-2 Ahora no pesa condena alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues, por la unión con Cristo Jesús, la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. RESPONSORIO BREVE R/. Cristo murió por los pecados. * Para conducirnos a Dios. Cristo. V/. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. * Para conducirnos a Dios. Gloria al Padre. Cristo. Magníficat, ant. Acuérdate de tu misericordia, Señor, como lo habías prometido a nuestros padres. PRECES Invoquemos a Cristo, en quien confían los que conocen su nombre, diciendo: Señor, ten piedad. Señor Jesucristo, consuelo de los humildes, - dígnate sostener con tu gracia nuestra fragilidad, siempre inclinada al pecado. Que los que por nuestra debilidad estamos inclinados al mal, - por tu misericordia obtengamos el perdón. Señor, a quien ofende el pecado y aplaca la penitencia, - aparta de nosotros el azote de tu ira, merecido por nuestros pecados. Tú que perdonaste a la mujer arrepentida y cargaste sobre los hombros la oveja descarriada, - no apartes de nosotros tu misericordia. Tú que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz, - abre las puertas del cielo a todos los difuntos que en ti confiaron. Siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, digamos al Padre celestial: Padre nuestro. Oración Dios omnipotente y eterno, que quisiste que tu Hijo sufriese por la salvación de todos, haz que, inflamados en tu amor, sepamos ofrecernos a ti como hostia viva. Por nuestro Señor Jesucristo.
CÁNTICO EVANGÉLICO Magníficat (Lc 1, 46-55) Alegría del alma en el Señor Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre... ORACIÓN CONCLUSIVA Si se dirige al Padre: Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Si se dirige al Padre, pero al final se menciona al Hijo: Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Si se dirige al Hijo: Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V/. El Señor esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu. V/. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amén. V/. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios. Si el que preside no es un ministro ordenado, y en la recitación individual, se concluye: V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amén.