El presbítero Alex Alonso, párroco de Ermua reconoce que no es fácil volver a la normalidad de la vida cristiana “Todo –dice– está condicionado día a día por el COVID. Lo que señala Jesús en el Evangelio en este tiempo se hace verdad: ‘…cada día tiene su afán`». La catequesis de infancia es lo que en estos días les ocupa y preocupa. “Hemos tenido varias reuniones con las familias y con los equipos de catequistas para informar del protocolo de seguridad y normativa sanitaria, con el deseo de culminar este proceso catequético con garantías y responsabilidad y abordar también la poscomunión” explica Alonso. Las familias muestran lógicamente preocupación, “pero se percibe cierta ilusión y alegría de «volver» a la comunidad después de tantos meses sin poder acudir”. Son pocas las familias que han decidido retrasar la Primera Eucaristía para el año que viene.
Alonso concluye expresando que, aunque surjan muchas cuestiones y contratiempos “intentamos no perder la paz en este recorrido, para que desde la sencillez y autenticidad acompañemos con fe este paso de la Iniciación Cristiana. Como trasfondo –añade- aparece la oportunidad de repensar la catequesis en forma y fondo en este tiempo tan extraño que nos toca vivir. Y la invitación constante de Jesús: «VENID Y LO VEREIS…» «ANIMO, SOY YO!!».