El viernes se colocó el primer cepillo electrónico´ en la basílica de Begoña. El párroco, Eusebio Pérez, comenta que a los fieles habituales no les ha sorprendido en exceso el atril que se ha colocado junto a la caja de las limosnas. “Es otra forma de contribuir a las necesidades del templo más adecuada a las personas que utilizan las tarjetas o los teléfonos móviles para efectuar sus transacciones en su vida cotidiana”. El santuario de la
Amatxu´ es uno de los lugares más visitados en la Diócesis por los turistas y peregrinos, por lo que “a priori, el número de usuarios puede incrementarse durante los meses estivales”. De momento, algunas personas ya se han animado a utilizar el atril digital y realizar su donativo con este nuevo servicio «que no sustituye a las colectas» en el templo, tal y como recuerda el gerente diocesano, José María Ziarrusta.
El sábado, el nuevo sistema – que es móvil- se instaló en la Plaza Nueva donde cientos de personas participaron en el Roscón Solidario. El dinero de la recaudación se destinará a Cáritas. El director de la entidad, Carlos Bargos, señala que las personas que utilizaron el dispositivo manifestaron que les parecía “de sencillo manejo” y aunque para algunos pasó “un poco desapercibido”, otros lo utilizaron y les pareció una propuesta “lógica y adecuada a los nuevos tiempos”.
El terminal de la Plaza Nueva se trasladó a la parroquia de El Carmen. Allí lleva poco tiempo, por lo que todavía es “prematuro” realizar valoraciones, comenta el párroco Mikel Martínez. Señala que a los feligreses “no les ha causado ninguna extrañeza el nuevo dispositivo digital” porque, como en otras cuestiones, “lo normal es adaptarse a cada momento».