Aisha, Hafida y Augustine, tres historias de vida

Han llegado por separado a Bizkaia. No se conocían, pero los tres tienen alguno en común, han debido salir de su país porque allí era difícil la supervivencia. Aun siendo en fechas diferentes y sin conocerse, el recorrido de los tres es similar. La ruta de Siria, Turquía, Bulgaria, Croacia, Macedonia, Austria, Alemania… y Bilbao.
Aisha tiene menos de 30 años y en Somalia, no ha conocido más que violencia y desnutrición. “Decidí huir de aquello e iniciar una nueva vida”, contaba ante una audiencia que la escuchaba sobrecogida, en silencio. Quiso llegar a Inglaterra para reunirse con unas primas, pero las mafias tenían otros planes para ella y un día se despertó en España. Barcelona, traslado forzoso a Madrid y hace dos meses, llegó a Bilbao. De momento está estudiando castellano y su garantía actual es la que le ofrece `la tarjeta roja´ que le permite estar momentáneamente entre nosotros.
Hafida, es otra chica que no pasa de la treintena. Casada, pero su marido se encuentra en otro país asiático. Intentaron casarla con un hombre a quien no quería y escapó.
Augustine es oriundo de un lugar cercano a Kinshasa (R. D. Congo). Casado y con dos hijas, huyó de su país por razones políticas. Una noche, hace tres años, asesinaron a su mujer y tuvo que huir. Actualmente se encuentra realizando prácticas laborales y su máxima preocupación es “encontrar cualquier tipo de trabajo para poder hacer frente a su día a día”.

Acogidos y respetados
En la crónica que realizó el colaborador de la revista diocesana Alkarren Barri-Comunicación sobre el diálogo con estas tres personas refugiadas, aquí se siente acogidos y respetados. No han sentido desprecio, racismo o discriminación.