Ana Mari, Sekou y Palmira comparten este verano su turno habitual con otras personas que se han sumado a apoyar el sistema de urgencia que se ha habilitado en el Comedor de las Apostólicas. Ellos conocen a muchos usuarios que utilizan el servicio del Comedor habitualmente, pero este año, se suman además nuevos usuarios que vienen de paso para acceder a otros lugares de Europa. Conocen bien la mecánica del Comedor. Se encargan de llenar las bandejas de los usuarios con la mejor de sus sonrisas y deseándoles buen provecho. Sekou además habla francés y comunica a los que llegan por primera vez algunas pautas para utilizar el servicio de manera adecuada.
Los tres se conocieron en el Comedor hace ya algunos años “no sé si son siete o más, pero ya son muchos”, señalan. Sekou fue un usuario del servicio y pensó que debía poner “su granito de arena”. A Ana Mari le pareció una manera “fácil de hacer algo por los demás” y Palmira, cambió las cocinas de su trabajo remunerado por las del centro de Apostólicas de su tiempo libre.
Son tres ejemplos de los muchos que comparten su tiempo para la solidaridad, también en verano.