¿Qué tipo de visitantes se reciben?
Hay de todo y de todos los lugares del mundo. Desde Australia, Qatar, Líbano o Kenia hasta gente más del entorno. La mayoría de los europeos que nos visitan proceden de Francia o Italia. También hay muchos estadounidenses. Algunos saben del lugar porque lo han visto en la famosa serie, pero sólo conocen las escaleras. Por eso, cuando entran a la ermita y les cuento la historia que tiene, se quedan muy sorprendidos.
Y ¿qué es lo que les cuentas?
Empiezo poniendo en valor la naturaleza del lugar y les pido que cuiden el entorno y no lo ensucien. Les cuento que hay un grupo de voluntarios que lo limpian, arreglan etc. y abren la ermita todos los sábados del año. Muchos preguntan por el baño que está enclavado en el albergue junto a la ermita, pero que la Agencia Vasca del Agua URA ha pedido que se cierre. Por eso cuando los visitantes tienen alguna urgencia, tienen que bajar las 241 escaleras y esperar largas colas. Algunos protestan, pero ya les decimos que se dirijan al lugar que corresponde.
¿Hay muchas curiosidades en torno a San Juan de Gaztelugatxe?
Muchas que son desconocidas hasta para los que vivimos aquí. Te cuento cinco.
- Es un activo religioso que data del s. X y que antes fue un castillo,de ahí proviene su nombre en euskera. Pastoralmente de lleva desde las parroquias de Bermeo.
- En la bahía hay dos boyas que marcan el lugar donde está la virgen submarina de Begoña. El grupo CEVAS celebrará la fiesta anual el próximo 16 de septiembre.
- En la ermita no se celebran funerales, pero sí bautizos y bodas. Los funerales, normalmente tenían lugar en la ermita cercana de San Pelayo.
- El rey Sancho el Mayor, de Navarra, expandió el culto a la cabeza de San Juan y llegó hasta Gaztelugatxe. Se dice que se conserva algún trozo del cráneo de San Juan en el relicario que está en la ermita.
- El día de San Ignacio, un grupo de peregrinos de Arrieta con el cura a la cabeza, suele acudir a la ermita con la figura de la Virgen y celebran misa. Salen a la madrugada y llegan hacia el mediodía. Se cuenta que, en su día, una plaga sacudió a los vecinos de Arrieta y pidieron que se acabara comprometiéndose a realizar la peregrinación.