El próximo año celebrarán su Capítulo General, en Estados Unidos donde procederán a la renovación de sus cargos, que realizan cada 6 años. La preocupación de la falta de vocaciones también se deja sentir en Bilbao donde su superiora, Arantza Trevilla, nos ha dicho que las últimas en entrar lo hicieron allá por 1987.
A este congreso, que finalizará el próximo día 31, acuden representantes de los diferentes lugares en los que trabajan estas religiosas: Canadá, México, EEUU, Irlanda, Reino Unido, Francia, Italia, Uganda, Kenia, Costa de Marfil y España. Cada año se reúnen en un país distinto para conocer las diferentes realidades que les rodean y, hoy, precisamente, el obispo Ricardo Blázquez, ha estado con ellas presidiendo la eucaristía.
Desde su fundación, la preocupación fundamental de esta orden es la de atender a las mujeres más desfavorecidas. En Bilbao, su comunidad “El Refugio”, en Zabalbide, está integrada por 26 hermanas, que junto con un amplio equipo profesional atienden a más de medio centenar de niños y niñas, jóvenes y mujeres y disponen también de un servicio de urgencia para mujeres maltratadas. Desde las claves de acogida y acompañamiento a las mujeres en situación de dificultad, la Congregación, además de se acercarse a la realidad de las mujeres maltratadas, en los servicios de urgencias, reciben a mujeres en cualquier situación y también han asumido situaciones de mujeres con cumplimientos alternativos de condena.
En nuestra Diócesis están a punto de cumplir 150 años (desde 1857) cuando el sacerdote Mariano José de Ibargüengoitia (actualmente en proceso de beatificación) viajó a Toulouse para conocer la orden y fue uno de los impulsores de su implantación en nuestra Diócesis. Algunas de las hermanas que estaban en Tolouse vinieron a Bilbao, al “Refugio” y desde entonces trabajan aquí. El edificio actual lo ocupan desde hace más de 30 años. Tienen un convenio con la Diputación, que subvenciona algunos de los gastos, por el que la gestión del centro la llevan las religiosas, que en gran parte se autofinancian con su propio trabajo de lavandería (tienen servicio de lavandería para religiosos, hostales, etc…) que es atendido por religiosas de muy avanzada edad que aún siguen en activo (la más joven tiene 77 años), también sirve de ayuda a la financiación, algunas donaciones, subvenciones o el cobro de jubilaciones de las propias hermanas.
El origen de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad data del 25 de noviembre de 1641, en Caen (Francia). Su fundador fue San Jean Eudes, que dándose cuenta de las necesidades sociales de la época (por la aparición de grupos marginados debido a la fuerte crisis económica que atravesaba el país), decidió abrir una casa en la que se pudiera ayudar a mujeres marginadas. En un principio las encargadas del funcionamiento de la casa eran mujeres voluntarias sin ningún vínculo religioso, sin embargo, con el tiempo San Jean Eudes decidió poner al frente a religiosas y fundó la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad. Este tipo de casas no era muy común en Francia por esas fechas, pero ya existía el establecimiento de “refugios” como el de la Congregación de Nuestra Señora del Refugio de Nancy (fundado el 1 de enero de 1624) y dedicado a labores similares.