Los manuales sobre la lengua vasca explican que comenzó a escribirse en una época tardía, en comparación con las del entorno. En su incorporación a la escritura han influido mucho las doctrinas y textos religiosos elaborados por los presbíteros. “De esta manera se ha gestado el lenguaje escrito y culto. Ha sido una de las formas principales de difusión del idioma”, señaló en la presentación Adolfo Arejita, director de Labayru Fundazioa.
El autor explicó que, comenzó la labor “por mera curiosidad” durante sus estudios de catequética. En 1596 se editó en Bilbao el primero de los catecismos escrito en euskera vizcaíno. En palabras del autor “el valor de los catecismos no ha de ser buscado tanto en su contenido – ya que es muy similar en todos ellos-, cuanto en la formulación, adaptada al habla popular, con variantes propias de cada comarca”.
José Mari Rementeria ya está trabajando en la catalogación de los catecismos redactados en gipuzkoano.