La celebración del aniversario, marcada por un profundo sentido de emotividad y solemnidad, culminó con una procesión del Santísimo hacia la plaza, donde se había preparado un altar especial para la bendición del barrio. Tras unos minutos de Adoración, el acto concluyó con la Bendición Solemne impartida por el padre General y un canto dedicado a la Virgen.
Siguiendo la tradición de la parroquia, después de la misa tuvo lugar un momento de fraternidad bajo el lema «primero misa, después mesa». Los asistentes disfrutaron de un encuentro fraternal, acompañados por un clima favorable.
La comunidad parroquial dio gracias a la Santísima Trinidad por todas las bendiciones recibidas y pidió su continuo apoyo en su camino trinitario.
La celebración no solo marcó un hito en la historia de la parroquia, sino que también reforzó el espíritu de unión y gratitud entre los fieles.