Con esta jornada, las organizaciones de Comercio Justo quieren llamar la atención de los consumidores y consumidoras ante las condiciones abusivas de trabajo. También, sobre la explotación infantil o la destrucción de bosques que se esconden detrás de productos cotidianos como el café, el cacao, el azúcar, el té o la ropa. Los productos de Comercio Justo garantizan los derechos laborales y humanos y –además– respetan el medioambiente.
A través de la web interactiva www.lesientabienatodoelmundo.org la ciudadanía puede conocer estas realidades y participar en esta iniciativa.
En Bizkaia la celebración tendrá lugar hoy, en Portugalete, por la mañana con cuatro puntos de venta y sensibilización. También en otros municipios como Amorebieta-Etxano y Santurtzi KIDENDA saldrán a la calle a conmemorarlo durante el fin de semana.
La actividad de Bilbao del pasado jueves se aplazó debido a las malas previsiones meteorológicas. Se llevará a cabo más adelante.
En Portugalete las actividades se realizarán hoy de 11:30 a 14:30 horas. Se colocarán cuatro mesas en diferentes lugares del municipio para la venta de productos y la sensibilización sobre el Comercio Justo. Las actividades están promovidas por el Ayto. de Portugalete y la Plataforma Portugalete ciudad por el Comercio Justo. Participan: Portugaleteko Aisialdi Sarea, Cáritas, SAL Portugalete, ADAKA (F. Manuel Calvo), F. Juan Bonal y Amalur Eskaut Taldea, además de la propia KIDENDA.
En Bilbao y Amorebieta
Además, con motivo de su Día Mundial, las tiendas de Comercio Justo de KIDENDA en Bilbao y Amorebieta-Etxano permanecerán abiertas hoy en sus horarios habituales. En Amorebieta-Etxano, mañana domingo, de 10:00 a 15:00 estarán delante del Politena, en los portales. Mientras, en Santurtzi, será en la parroquia de San Jorge. Hoy de 13:00 a 19:00 y mañana domingo, de 12:00 a 14:00 h.
Las organizaciones de Comercio Justo animan a participar y difundir la campaña de redes sociales #LeSientaBienATodoElMundo
Algunos datos sobre el Comercio Justo
En el café, por ejemplo, un producto que genera unos 200.000 millones de dólares al año, en Uganda, los campesinos y las campesinas reciben el 6% del precio final del producto. Al tiempo, la empresa multinacional recibe el 50%. Algo similar ocurre en el cacao: en los dos principales países productores, Ghana y Costa de Marfil, las familias cacaocultoras reciben un 40% menos del precio que deberían cobrar para poder cubrir costes y tener una vida digna.
La explotación laboral infantil es otra de las problemáticas comunes a estos productos. En las plantaciones de cacao, solo en esos dos países, más de 1,5 de menores trabajan haciendo tareas peligrosas como manipular químicos o usar machetes.
La recogida de caña de azúcar (también conocida como la “planta de la miseria”), o del té esconde situaciones de semiesclavitud heredadas de los periodos coloniales. El corte caña se sigue realizando de forma manual, dado que la mano de obra resulta tan barata que a las empresas no les compensa invertir en mecanización. Este trabajo se suele realizar a pleno sol, con altas temperaturas, pocos descansos y escasa agua potable. En Centroamérica, 6 de cada 10 jornaleros de caña de azúcar han sufrido enfermedades debido al calor durante la jornada laboral.
La industria textil, además de ser la segunda más contaminante tras el petróleo, consolida la pobreza: el 75 % de la mano de obra está en países asiáticos. En la actualidad, los salarios mínimos vigentes en ellos en este sector no son suficientes para cubrir las necesidades humanas básicas.
Ante ello, los productos de Comercio Justo garantizan el respeto a los derechos laborales y humanos. Salarios y condiciones dignas, prohíben la explotación infantil, apuestan por la igualdad de género y son producidos con técnicas respetuosas con la tierra y el entorno natural. El café, el cacao, el azúcar, el té o la ropa son los productos más significativos de este modelo comercial que nació en los años 60 y hoy está presente en más de 70 países.
En España, las ventas de Comercio Justo no han dejado de crecer desde el año 2000 (el primero del que hay datos). En el último año alcanzaron una facturación de más de 144 millones de euros, en su mayoría gracias a los productos de alimentación. El textil en el último año aumentó su facturación en 1 millón de euros.
